viernes, 18 de junio de 2021

LA NOVENA ESTRELLA ES HIJA DEL CICLO BICENTENARIO

 

¿Por qué la Novena Estrella en la Bandera Nacional es hija del Ciclo Bicentenario?

I

Desde muy joven soñé una Patria Bolivariana; soñé ver la estrella del Zulia pintada en la Bandera Nacional; hoy, con el más profundo patriotismo del pueblo zuliano se escucha un clamor: reivindicar nuestras gestas ancestrales y republicanas en la constelación del Pabellón Tricolor.

El pueblo zuliano siempre luchó por la soberanía e independencia de nuestra Patria. La resistencia del pueblo añú originario del Lago Maracaibo comenzó el 24 de agosto de 1499 contra la invasión europea de Alonso de Ojeda, Juan de la Cosa y Américo Vespucio, cuando se produjeron los primeros enfrentamientos armados, tal como lo reseña Vespucio en sus cartas. En estas aguas el pueblo añú defendió su patria lacustre frente al alemán Ambrosio Alfinger en 1529, primer gobernador colonial, al que las flechas barí dieron de baja el 31 de mayo de 1533 en el Sur del Lago. En noviembre de 1573 la insurrección general de los añú expulsó al invasor Alonso Pacheco, y todavía en junio de 1607 la última guerrilla añú del Cacique Nigale combatió al ejército español comandado por el colonialista trujillano Juan Pacheco Maldonado.

En la región del estuario maracaibero se dieron las cimarronadas de esclavos africanos desde fines del siglo XVI, y en 1799 se preparó el primer alzamiento de pardos con el complot de Francisco Pirela; desde 1808 el movimiento clandestino “Hijos de Maracaibo”, se pronunció contra el régimen colonialista; y también la mujer zuliana brilló su rebeldía patriótica en las heroínas y mártires Domitila Flores y Ana María Campos, que dieron su sangre por la Independencia ante la brutalidad de la tiranía hispana. 

La formación de los símbolos nacionales, como la historia misma que representan, es un proceso dialéctico, de luchas y contradicciones, de avances y retrocesos, de sacrificios y victorias. La gloriosa épica venezolana está pintada en la sagrada Bandera diseñada por Miranda y enarbolada por El Libertador Simón Bolívar en el proyecto de emancipación continental. La Bandera Nacional ha sido un símbolo cambiante. La primerísima de Gual y España con el sol en el centro de un cuadro blanco, y cuatro estrellas en la franja azul inferior, una de las cuales representaba a la Provincia de Maracaibo. 

El constituyente de 1811, fundador de la Patria Independiente, dejó plasmada en el Artículo 128º de aquella Constitución pionera, la posibilidad inclusiva de que las provincias aún no emancipadas, pudieran integrarse a la República una vez liberadas de la opresión colonial. Ese primer Pabellón Nacional amarillo, azul y rojo, con franjas horizontales desiguales en sentido decreciente, no estableció estrellas en el estandarte independentista.

La iniciativa de las siete estrellas en la Bandera fue del efímero “Congresillo de Cariaco” en 1817, momento problemático en el que la mayoría de las provincias estaban en manos realistas, Caracas incluida; pero además, donde se pretendió desconocer el mando supremo de Simón Bolívar.

A finales de ese año El Libertador, recogiendo la idea de colocar las siete estrellas en la franja amarilla de la Bandera, decreta agregar una octava por la Guayana liberada desde donde se reorganizaba la República. Le tocó en 2006 al Comandante Eterno Hugo Chávez materializar la orden dada por Bolívar.

Como queda evidenciado, nuestra Bandera no ha sido estática e inmodificable. Creada la República de Colombia, el Congreso de Cúcuta adopta como Bandera la venezolana de 1811 agregándole el escudo neogranadino en el extremo superior izquierdo. Esta nueva versión tampoco tenía estrellas. En 1824 se adopta otro Pabellón con el Escudo de Armas sobre la franja azul. Disuelta la Colombia original, la bolivariana, Venezuela asume en octubre de 1830 la Tricolor de franjas desiguales, homologándolas en 1836, en ambos casos sin estrellas.

Durante la Guerra Federal tuvimos hasta veinte estrellas en la Bandera decretada por Ezequiel Zamora en Barinas en junio de 1859.

Fue José Martí quien dijo que “lo que Bolívar no hizo, está por hacerse todavía en América”. Pensamiento que sintetiza la vigencia del proyecto bolivariano y la necesidad de que las actuales generaciones de revolucionarios, demos continuidad a esa lucha original por nuestra definitiva Independencia, por la igualdad social y el buen gobierno.

En esa dinámica bolivariana inclusiva es que se inscribe la propuesta original que formulé públicamente el 5 de enero de este año, despertando un entusiasmo popular instantáneo, que acogió el ciudadano Gobernador del Estado el día 15, exponiéndolo oficialmente en la conmemoración del Bicentenario del 28 de enero de 1821, para luego consignar la solicitud formal al Poder Legislativo Nacional, como órgano competente.

El histórico Congreso de Angostura de 1819, asumiendo una conducta propositiva respecto al cuerpo todo de la nación que debía integrarse, estableció en la nueva Constitución que: “El Territorio de la República de Venezuela se divide en diez Provincias, que son: Barcelona, Barinas, Caracas, Coro, Cumaná, Guayana, Maracaibo, Margarita, Mérida, y Trujillo”.

Bolívar nunca dejó de aspirar la liberación de Maracaibo, esa ciudad que proyectó en su Carta de Jamaica como capital de la gran República que soñaba construir del Atlántico al Pacífico en la América Meridional.

Tal aspiración la satisfizo de la mano de su más leal compañero de armas y sueños, el General Rafael Urdaneta Farías, su amigo y eje de las operaciones militares desde los primeros días de la Campaña Admirable, cuando, ante la insubordinación de las tropas granadinas por el brigadier Castillo y el mayor Santander, Urdaneta expresó a Bolívar aquél 18 de mayo de 1813: “General: si con dos hombres basta para emancipar la Patria, pronto estoy a acompañar a Usted”. Insuperable gesto de lealtad haber vivido para honrar la palabra empeñada.

Urdaneta simboliza la presencia permanente del pueblo zuliano en la gesta independentista, y su sola proeza es argumento suficiente que soporta nuestra petición. Podemos mencionar algunos pasajes fundamentales de nuestra Historia que constatan el papel estelar (Estrella) de Rafael Urdaneta:

-       El 27 de octubre de 1814 escribe Bolívar desde Ocaña. “Mi querido Urdaneta: Con la más grande satisfacción he sabido que Usted ha salvado el ejército de Caracas con el cual podemos decir que ha salvado las esperanzas de la república; este servicio es grande: este servicio lo aprecio yo en tanto como la más grande victoria, aunque algunos tengan que criticar una operación tan prudente y acertada; yo le doy a Usted las gracias en nombre de Venezuela, que si vuelve a ser libertada deberá a Usted este beneficio.”

-       Los primeros días de mayo de 1817 se realiza en Cariaco un polémico “Congresillo” que pretendió disolver el mando de Bolívar con un supuesto gobierno tricéfalo basado en la fracasada federación de 1811; establecido en Barcelona, rodeado de antiguos subalternos de Mariño, algunos de los cuales podrían estar involucrados en la conspiración, Rafael Urdaneta se opone radicalmente a la misma, pone su nombre y prestigio por delante para defender la jefatura de su camarada Libertador, y esta conducta ejemplar influye definitivamente en varios oficiales como Antonio José de Sucre, quien convencido por los argumentos de Urdaneta, se pasa al bando bolivariano y va detrás del zuliano a fortalecer la posición de Bolívar que se hallaba completando la toma de Guayana, a la que entran victoriosos.

-       Durante la Primera República Bolivariana nacida en Angostura, el General en Jefe Rafael Urdaneta jugó un papel fundamental para consolidar la presidencia de Simón Bolívar, asumiendo la conducción de la División de Piar tras el lamentable desenlace de este jefe militar, reorganizando y moralizando la tropa; preparando y disciplinando a la Legión Inglesa en Margarita para ser incorporada al Ejército Libertador bajo las pautas venezolanas, donde hubo de enfrentar severamente la indisciplina de Arismendi, a quien apresó en su propio feudo, siempre en concordancia con la autoridad expresa del Jefe Supremo; también acudiendo a los Llanos a establecer comunicación directa con Páez para sumarlo al plan diseñado por Simón Bolívar, entre otros grandes servicios en la gestión ejecutiva, legislativa y diplomática.

-       En la crisis política provocada por el movimiento oligárquico paecista conocido como “La Cosiata”, que degeneró en el antibolivarianismo venezolano, el General en Jefe Rafael Urdaneta, se mantuvo firme en su consecuente posición bolivariana, estando listo para asumir la defensa del proyecto emancipatorio en el terreno que fuese, siempre en coordinación y subordinado disciplinadamente a su compañero Libertador. Es cuando le expresa en antológica pieza epistolar: “porque nada me hubiera sido más sensible que adelantar un paso que pareciese siquiera opuesto a la voluntad de Usted, con quien siempre quiero ir de acuerdo” (Rafael Urdaneta, Maracaibo, 28 de junio de 1826)

-       Es Urdaneta quien desbarata en las calles de Bogotá el complot magnicida del 25 de septiembre de 1828, apresando a los traidores, y estando al frente de los juicios, en los que, una vez más, poniendo la ley, la disciplina, la ética y la lealtad, por sobre otras consideraciones secundarias, pidió la pena máxima para los criminales de lesa patria.

-       En el peor momento para la gesta bolivariana, cuando El Libertador, agobiado por su salud y las decepciones con que las miserias humanas hirieron su espíritu, abandona el poder y se marcha, el General en Jefe Rafael Urdaneta, asume con total entereza su condición bolivariana, realiza las más osadas acciones para reivindicar la Gloria de su líder, toma el poder en Bogotá el 5 de septiembre de 1830 y lo ofrece a Bolívar para que retorne a darle continuidad al proyecto emancipador. El Libertador no está de acuerdo, sin embargo elogia el carácter y lealtad de aquél su devoto compañero, como la única persona capaz de arriesgarlo todo por la salvación de la Patria.

-       Más allá de la muerte del Libertador, cuando logra retornar a Venezuela, el General en Jefe Rafael Urdaneta no deja ni un instante de honrar la memoria de Simón Bolívar, reivindicando su nombre en la Patria natal que lo había rechazado; allí está Urdaneta en la repatriación de los restos inmortales del Padre de la Patria, encabezando los honores militares y presidiendo la Sociedad Bolivariana.

Por todo ello decimos que Rafael Urdaneta es el primer militante bolivariano, y quien mantuvo el bolivarianismo más allá de la muerte del Libertador, siendo hoy el hilo conductor con las nuevas generaciones bolivarianas que gestó con su verbo y acción el Comandante Hugo Chávez, reivindicador del movimiento bolivariano en nuestro tiempo.

Por último, debemos referirnos a las circunstancias geopolíticas en que se produce esta propuesta. La región zuliana, fronteriza por excelencia, es un espacio de valor geoestratégico vital para la existencia de la República; por su navegabilidad interior y acceso al Golfo de Venezuela, Mar Caribe y Océano Atlántico, por ser articulación de Suramérica con el Caribe, Centro y Norteamérica, y por sus inmensos recursos energéticos, hídricos, mineros y alimentarios, entre otros, ha sido y es apetecida por la oligarquía neogranadina y el imperialismo estadounidense, que han sido los principales factores perturbadores contra la paz y normalidad de la vida nacional.

La geopolítica de lo simbólico (geopolítica de la mente) como nuevo escenario de las guerras de cuarta y quinta generación, que busca, a través del linchamiento de la venezolanidad y la destrucción del bolívar como signo monetario, incidir en la desmoralización del tejido social en que descansa la República, amerita un tratamiento acorde con el necesario fortalecimiento del sentido de pertenencia y la estima del Pueblo Venezolano, por la gloria indestructible de la épica ancestral y republicana acopiadas en los valores de la Historia Patria.  

Tenemos perfecta conciencia de la intención de los enemigos de la República Bolivariana de Venezuela de pretender dividir nuestro territorio con secesionismos quiméricos, cacareados por traidores al servicio del imperialismo y la oligarquía vecina que siempre ha ambicionado nuestro Lago y nuestro Golfo.

Esta Novena Estrella será tatuada con honor en el corazón de cada patriota del Zulia, recordándole a Venezuela y al mundo, que aquí vibra la lealtad más pura a la causa bolivariana, ejemplificada en el pionero del bolivarianismo: el General en Jefe Rafael Urdaneta, porque en su sagrado legado de fidelidad y perseverancia, el Zulia será eternamente bastión inexpugnable de Venezuela, como dejamos claro al expulsar el último gobernante invasor con la Batalla Naval de Maracaibo el 24 de julio de 1823..

Conmemoramos el próximo 30 de agosto los 200 años de la primera visita triunfal de Bolívar a Maracaibo tras el triunfo de Carabobo, y el 2 de octubre la creación del Departamento Zulia, este glorioso año 2021, cenit del Ciclo Bicentenario visualizado por nuestro Líder Hugo Chávez Frías, revalorizando la Historia Patria y la Doctrina Bolivariana como indestructibles fuentes de luz para la consolidación de la Revolución Venezolana.

 

Yldefonso Finol

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