sábado, 27 de abril de 2024

VENEZUELA 2024: '¿POR QUÉ NICOLÁS?

 

Venezuela 2024: ¿Por qué Nicolás?

No voy a hablar de los contrarios. Hoy no gastaré un par de caracteres en esa gente. Sólo dejaré anotado que nuestra lucha es contra el imperialismo gringo y las plagas que éste riega por todo el planeta traducidas en hambre, guerras, destrucción, crimen y neocolonialismo.

Hoy quiero centrarme en nuestro Presidente y candidato a la reelección: Nicolás Maduro.

Desde hace mucho tiempo acuñé el decir que el verbo más peligroso en política es el verbo escoger. Se arriesga el pueblo al elegir, pero también se arriesgan los líderes, los caudillos históricos, al escoger sus colaboradores: ¡cuán grande es el riesgo de escoger un sucesor!

Evitaré la tentación filo-histórica de adentrarme en la escogencia para vicepresidente de Bolívar, un “detalle” que volteó la historia republicana del continente.

El Comandante Chávez, en el aquel momento terrible de su vida, escogió con el alma y la sapiencia popular acumulada que él supo interpretar.

Chávez escogió a Nicolás. Los enemigos de la Revolución Bolivariana calcularon que apretando nos “torcerían el brazo”.

Pero no lo lograron; once años después, no han podido con Nicolás.
El primer y mayor triunfo de Nicolás Maduro como presidente de un país “sitiado”, ha sido sin duda la estabilidad política ganada a pulso sobre todos los malvados intentos de desestabilización y magnicidios.

Dijo El Libertador en Angostura que la estabilidad es una de las tres virtudes del mejor gobierno, y sabemos que con ésta es que se ganan las otras dos: seguridad y felicidad social.
Decir estabilidad es decir la paz: el bien más preciado, sin el cual toda esperanza de una mejor humanidad se perturba.  
Pero Nicolás también es la única opción de diálogo y reconciliación en una Venezuela que la injerencia extranjera y las concepciones fascistas colocaron todos estos años al borde de la confrontación civil. Nicolás ha llevado las tormentas al muelle cálido del abrazo entre compatriotas de las más disímiles ideologías. Hasta su buen humor ha servido de calmante en grandes controversias.  
Nicolás es la única garantía de continuidad institucional, el resto se muestran como un abismo de incertidumbres sin plan ni bitácora.
Nicolás representa la defensa del Esequibo y la soberanía plena de nuestra territorialidad, y en ello fue capaz de unir toda la nación, incluidos los sectores de la oposición legal en cargos de gobiernos estadales y municipales.
La posibilidad cierta de recuperación petrolera que hoy palpamos pese a los ataques del gobierno de Estados Unidos, y la generación de una economía diversificada con mucho éxito en los últimos cinco años, le dan a Nicolás un aval que más nadie puede ofrecer. Esa vocería autorizada sobre nuestro nuevo modelo económico no se puede improvisar con una aventura electoral a ciegas.
Nicolás Maduro trasmite diariamente una sincera comunión con los valores más altruistas de la humanidad. Su liderazgo trasciende el episodio específico de unas elecciones inminentes, va mucho más allá; es la posibilidad de que Venezuela, América Latina y el Caribe preserven su soberanía, y no sucumban al proyecto recolonizador que se nos viene imponiendo desde el Comando Sur y sus perros falderos en el vecindario.

Nicolás tiene coraje del bueno, del que le suma poder a las mayorías trabajadoras; un valor agregado que no abunda por ahí…

¿Comprenden por qué la cosa es con Nicolás?

 

Yldefonso Finol

domingo, 17 de marzo de 2024

SOBRE DEMOCRACIAS Y DICTADURAS: ESTÁNDARES DE CASINO EN LA GEOPOLÍTICA DE LA RULETA IMPERIALISTA

 


Sobre dictaduras y democracias: estándares de casino en la geopolítica de la ruleta imperialista

I

La mentira más manida y rumiada por la transnacional antibolivariana es calificar al Gobierno de Venezuela como una “dictadura”.

Esta transnacional con núcleo directivo en la cúpula imperialista global, tiene sus medios de guerra informativa (control cognitivo-sensible) y sus acólitos políticos, propagandísticos, intelectuales, oenegés y actores en organismos multilaterales, que, rigurosamente coordinados por el Departamento de Estado y el Pentágono, se activan y pronuncian en simultáneo.

La filosofía comunicacional de este complejo político-militar-cultural antibolivariano es de origen nazi, siguiendo al pie de la letra los principios de propaganda formulados por Goebbels; recordemos:

1.- Principio de simplificación y del enemigo único: “Maduro es un dictador”.

2.- Principio del método de contagio: “los bolivarianos son un peligro para la democracia”.

3.- Principio de la transposición: (acusarnos de sus propios crímenes) “no respetan los derechos humanos”.

4.- Principio de la exageración y desfiguración: “en Venezuela hay desaparecidos”.

5.- Principio de la vulgarización: que parte de la premisa nazi de que “toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.

6.- Principio de orquestación: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.

7.- Principio de renovación: la (des) información debe emitirse a velocidad vertiginosa para que las respuestas del atacado no puedan contrarrestar las acusaciones. Los bolivarianos sabemos (lo vengo diciendo hace tres décadas) que el escándalo es noticia, la aclaración no. El fascismo de nuevo cuño practica la calumnia porque su razón de ser es la destrucción del proyecto emancipador.

8.- Principio de la verosimilitud: inventar razones desde fuentes diversas con informaciones fragmentarias.

9.- Principio de la silenciación: además de falsear las realidades, deben silenciar las noticias positivas de Venezuela, matando de hecho la libertad de información. Los fascistas de hoy son los que más gritan y manosean la palabra “libertad”.

10.- Principio de la transfusión: difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes brutales, haciendo del odio la principal motivación: chavistas tierrúos, “enchufaos”, como argumentos para liquidarnos, tal cual hicieron durante las guarimbas con el joven Figuera y decenas de motorizados de los barrios populares.

11.- Principio de la unanimidad: llegar a convencer a un grupo de personas, que estas aberraciones son el pensamiento de la mayoría, “lo normal”.

Todos estos principios de guerra psicosocial han sido puestos en práctica por la mediática hegemonista contra la democracia venezolana.

II

Desde sus orígenes etimológicos y conceptuales en la antigua Grecia y el Imperio Romano, las acepciones de democracia y dictadura, como todas las categorías sociopolíticas, han tenido distintas connotaciones en la evolución histórica de las ideas y las instituciones. La era social parida con la Revolución Francesa y la Ilustración, la Revolución Industrial en el modo de producción, modificaron los contenidos del universo sentipensante occidental, por el salto definitivo del modelo feudal monárquico religioso a la sociedad capitalista, en que esas definiciones maduraron hacia la interpretación que predominó en el siglo XX, consolidándose en las décadas posteriores a la denominada “Segunda Guerra Mundial”.

Ese cambio paradigmático ocurrió en el breve -pero relevante- periodo en que la burguesía fue clase revolucionaria o -al decir de algunos autores- ejerció su papel “creador”.

Pero, llegando al punto, al día de hoy, ¿quiénes acusan a la democracia venezolana de ser una “dictadura”?

Para resumir, respondamos con una seria, reflexionada, y brevísima clasificación:

1)    Los principales promotores de las más sanguinarias dictaduras del mundo

2)    Los herederos políticos de aquellas dictaduras que violaron masiva y cruelmente todos los Derechos Humanos

3)    Los actuales perpetradores de las más bestiales prácticas contra la humanidad

III

Los principales promotores de las más sanguinarias dictaduras del mundo.

Bolívar los descubrió muy temprano: entre 1818 y 1829 El Libertador analizó concienzudamente la actitud (“infame”) de los Estados Unidos, permitiéndose hacer aquella predicción irrebatible hasta el instante que escribo este texto: “destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad”. La “libertad” que grita un fanático derechista en el sur martirizado.

Los Estados Unidos (y sus congéneres, ingleses, más…) impusieron en Nuestra América todas las dictaduras: léase bien, todas. La “Operación Cóndor”, oficiada por el criminal Henry Kissinger, fue la transnacional contra los Derechos Humanos más compleja, engranada, coordinada, y efectiva, de todo el siglo XX.

Las víctimas fatales son decenas de miles, y van desde la Patagonia a Roma y Washington, desde el Pacífico Sur al Atlántico Norte. Las prácticas atroces son innombrables. La destrucción de procesos democráticos de verdad en Guatemala, Dominicana, Haití, Cuba, Nicaragua, Panamá, Chile, Brasil, y otros, dejó un saldo trágico en términos humanitarios que aún no se supera, ni se castiga, ni se sabe del todo.

No voy a repetir las frases cínicas dichas por presidentes gringos sobre “sus dictadores”. Ni enunciaré la larga lista de intervenciones yanquis para imponer dictaduras que han tratado autores más calificados como Fay Beto.

Tan manipulador como torturador el criterio imperialista que calificó a Salvador Allende como un “peligro”, es el que acusa a Venezuela de “dictadura”. Visualicemos a Pinochet y Videla recibiendo la comunión tan angelicalmente. Y sigamos creyendo en la “democracia” made in USA.

 

IV

Los herederos políticos de aquellas dictaduras que violaron masiva y cruelmente todos los Derechos Humanos.

Estemos claros: la ultraderecha no se suicida, no siente empatía, no es capaz de arrepentimiento, ni de constricción. Pero si sabe mutar. Y, sobre todo, engañar.

Es como la fábula del batracio generoso y la impulsiva ponzoña incontrolable.

La transnacional antibolivariana está repleta de estos herederos y viudas del fascismo, ahora trasmutados en elegantes o estridentes “defensores de la democracia”.

El modelo liberal burgués, posicionado en el discurso de la sociedad internacional domesticada como pensamiento único, como dictadura “blanda” de la ideología del capital, la raza blanca y la cultura eurocéntrica, ha permitido que la nueva (y rancia) militancia del nazismo y el fascismo, se legitime a través de partidos políticos legales, pero con prácticas proscritas en el Derecho Internacional precisamente para evitar la repetición de esos flagelos brotados de lo peor del género humano: el supremacismo racial que requiere la destrucción del otro.

Este peligroso sector, creciente en países europeos como advierte sabiamente Ignacio Ramonet, actúa unánime contra la Revolución Bolivariana en foros derechistas y parlamentos donde ejercen influencia. Paradójico, ¿verdad?

V

Los actuales perpetradores de las más bestiales prácticas contra la humanidad.

Por último, algo en que la opinión dominante impuesta por la transnacional antibolivariana es unánime: la complicidad con el crimen de lesa humanidad más atroz del siglo XXI y que viene continuado desde hace setenta años: el genocidio contra el pueblo palestino ejecutado con saña, premeditación y alevosía por el brazo del sionismo imperialista en Medio Oriente llamado Israel.

¿Acaso hay algún sustento moral o político para pontificar sobre “democracia” en los cómplices expresos y silentes de esta catástrofe humana cometida bestialmente ante la mirada inerme de esa cosa llamada “comunidad internacional”?

Esa fuerza terrorista atómica llamada Israel, impune y prepotente, está haciendo hoy con Palestina, lo que en su momento definieron los nazis contra el pueblo judío como la “Solución Final”: el exterminio total de una parte ancestral y esencial del género humano.

VI

¿Quiénes de estos nos darán lecciones de democracia?

VII

La República Bolivariana de Venezuela, existente desde el 15 de diciembre de 1999 por el ejercicio democrático más profundo y amplio de nuestra historia, ha realizado una treintena de procesos electorales que acumulan el reconocimiento mayoritario de nuestro pueblo, incluidas las organizaciones políticas de oposición que en ese periodo han logrado importantes victorias estadales, municipales y legislativas, todas bajo la potestad constitucional del Poder Electoral (CNE), quinto y autónomo de nuestra estructura republicana soberana.

Escogimos ese camino sin aceptar presiones de nadie, y lo hemos conservado pese a los empellones conspirativos del imperialismo gringo que nos ha azotado con sus medidas criminales para causar un castigo colectivo indiscriminado contra la venezolanidad en términos de las condiciones materiales de vida y del prestigio que nuestro gentilicio se ganó en dos siglos de épica emancipatoria valorada por toda la buena humanidad en la figura indestructible del Libertador Simón Bolívar.

Nicolás Maduro, un líder surgido hace medio siglo de las luchas juveniles, estudiantiles y sindicales, formado como lugarteniente del Comandante Eterno Hugo Chávez, sabe más de democracia que todos los habladores de paja, politiqueros amaestrados, espadachines del teclado y francotiradores de prensa, que lo intentan ofender y deslegitimar llamándolo “dictador”.

A todos los hemos visto caer como hojas secas en el otoño.

VIII

El que se mete con Venezuela se seca.

No es brujería. Sépanlo. Es en serio.

Uno de los primeros gringos bichos de uña que conspiró contra Bolívar fue el agente destacado en Bogotá William Henry Harrison, actor clave en la “Conspiración Septembrina” y en la trama urdida para asesinar al Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre.

El tipo -entre otros premios- llegó a la presidencia de Estados Unidos.

Cosas de la vida, pasó a la historia como el presidente más breve de la nación norteña. Murió de neumonía tres días después de asumir el cargo.

IX

Escuchen y lean: ¡Venezuela se respeta!

Yldefonso Finol

Estudiante y militante del Pensamiento Bolivariano

martes, 27 de febrero de 2024

27F: 35 años después

 


27 de febrero de 1989

Cuando en Venezuela si hubo un “régimen autoritario”, cuando en Venezuela si había torturas y desaparecidos, cuando en Venezuela ni se hablaba de Derechos Humanos: era la Venezuela gobernada por una elite política servil a las oligarquías y al imperialismo gringo. Si. Era aquella Venezuela que firmaba en inglés “acuerdos” de deuda con la banca transnacional hipotecando al país a pesar del mar de petrodólares que sustraían de nuestra tierra, nuestro Lago de Maracaibo, y del sudor y sangre de la clase trabajadora. Aquella Venezuela arrodillada a los designios del Comando Sur, donde las Fuerzas Armadas entrenadas en la tétrica Escuela de las Américas bajo la Doctrina de Seguridad Nacional, veían al pueblo pobre como “enemigo interno”. Por eso dispararon a mansalva, masacraron a varios miles que protestaban un paquete de medidas impuestas por el Fondo Monetario Internacional y que el gobierno lacayo del “Pacto de Punto Fijo” (AD-Copei) aplicó sin la más mínima reflexión sobre las secuelas que provocaría en la población.

Estalló la indignación contra aquellos jerarcas corruptos que vendían el país y pisoteaban nuestra Bandera Nacional para luego irse a vivir como aristócratas en las metrópolis del capitalismo mundial. La respuesta de esa clase política cobarde e inmoral, fue utilizar las armas de la República para cometer un crimen de lesa humanidad contra nuestra gente humilde.

Lo más paradójico -35 años después-, es que la derecha proyanqui responsable de aquel régimen represor, violador de todos los Derechos Humanos, cacaree con el gran megáfono de la transnacional mediática, que el Gobierno Bolivariano “no es una democracia”. Hay que ser muy hipócrita, cínico, inmoral.

La mayoría de nuestro pueblo, decente, trabajador, amable, digno, tiene memoria, y sabe defender la Verdad de Venezuela. Somos una democracia profundamente humanista, garantista y solidaria, pero perseguida por los imperialismos y sus peones, que han tratado de derrocarnos con la violencia física, psíquica y económica, destruyendo las conquistas sociales que habíamos alcanzado los tres primeros lustros del siglo.

Nosotros no olvidamos a las víctimas de la masacre más horrenda de nuestra historia, sólo comparable a las perpetradas por los colonialistas durante la invasión europea y los realistas que intentaron detener con terror la Independencia.

La violencia y el odio padecidos por Venezuela este siglo, vinieron en planes de la CIA y fueron ejecutados por la derecha fascista que se trajea de “demócrata” para hacer teatro a conveniencia.

¡No volverán! ¡Prohibido olvidar!

sábado, 17 de febrero de 2024

BITÁCORA PARA LLEGAR A VENEZUELA: UNA DEMOCRACIA ASEDIADA

 


Bitácora para llegar a Venezuela: una democracia asediada

-        1998. Hugo Chávez gana claramente las elecciones presidenciales el 6 de diciembre, toma posesión el 2 de febrero de 1999, convoca al pueblo a referéndum consultivo para llamar a Asamblea Constituyente (76% de aprobación), se eligen los Constituyentes en julio, y el 15 de diciembre Venezuela se da una nueva Constitución en referéndum popular masivo con 72% afirmativo. En adelante se hicieron elecciones generales en el 2000 y en cada periodo establecido por la Norma Fundante de la República Bolivariana de Venezuela y demás leyes. Acompañantes del todo el mundo constataron la pulcritud electoral y llegaron a afirmar que tenemos el sistema más perfecto y confiable.  

-        Plan Colombia, 1999. ¿Contra las drogas? ¿Por la paz? Aumento de 27% interanual de la producción de cocaína, y perpetración de crímenes atroces por fuerzas estatales, delincuenciales y paramilitares, causando cientos de miles de víctimas; entre cuatro y cinco millones de colombianos se refugian en Venezuela.

-        Lunes 10 de diciembre de 2001: paro patronal contra Chávez. La central de la burguesía venezolana (Fedecámaras) realiza la primera huelga de la historia. ¿Contra quién? Contra el Presidente Hugo Chávez que llevaba menos de tres años al frente del gobierno, y estaba cumpliendo sus promesas electorales con la nueva Constitución aprobada el 15 de diciembre de 1999. La transnacional mediática lo llamó “paro cívico”. El pueblo venezolano lo consideró cínico.

-        Plan Balboa. Recuerden “amigos” olvidadizos, entre el 3 y el 18 de mayo las fuerzas militares españolas llevaron a cabo el ejercicio de guerra llamado Plan Balboa, donde en una operación conjunta con (los gobiernos de turno de) Estados Unidos (al mando, claro), Colombia, y Panamá, atacaban el occidente venezolano y lo separaban del país, anexándolo a Colombia (como siempre ha ambicionado la oligarquía neogranadina) o creaban una republiquita teledirigida por la Casa Blanca.   

-        Ese “paro” patronal fue la espoleta que hizo estallar el Golpe de Estado que se consumó cuatro meses después, el 12 de abril de 2002. Así tuvimos la última dictadura por 47 horas (celebrada desde Washington a Madrid). El dictador derogó -de un dedazo- la Constitución que habíamos aprobado con un 72% de apoyo ciudadano el 15 de diciembre de 1999, asumió todos los poderes nacionales, estadales y municipales (que dictador tan “anarco-libertario”: el Estado mínimo, un solo funcionario), y, por supuesto, eliminó la palabra “Bolivariana” de la República.

-        Años 2001-2004. Voceros del campo bolivariano como José Vicente Rangel, Luís Brito García e Yldefonso Finol denuncian la infiltración masiva de paramilitares colombianos a través de las fronteras con Venezuela con precisos planes desestabilizadores diseñados por Washington y la oligarquía neogranadina.

-        Derrotada por el pueblo la última dictadura en Venezuela, la cúpula empresarial (Fedecámaras) vuelve con sus fierros en diciembre 2002, esta vez con el pretexto de la destitución de la directiva de PDVSA y junto a la elite burocrática de la empresa estatal, paralizan toda la actividad de hidrocarburos y otras, llevando al país a una situación extrema de escases de todos los bienes, hasta febrero de 2003 que la clase trabajadora leal a la Patria derrotó el paro de los agentes del imperialismo. El daño económico causado por estas acciones terroristas se calcula en decenas de miles de millones de dólares. Las secuelas sociales, en pérdida de vidas y servicios elementales de salud, educación y otros, son incalculables e irreparables.   

-        Finca Daktari. El 9 de mayo de 2004 se desmanteló un campamento de paramilitares colombianos en una propiedad del cubano Robert Alonso, criminal vinculado a la Mafia de Posada Carriles, que tenían planes de asaltar la sede del Gobierno y asesinar al Presidente Hugo Chávez.  

-        Julio 2004. George Bush recibe a una desconocida María Machado en la Casa Blanca.

-        La orden de matar a Chávez fue verbalizada públicamente el 17 de noviembre del 2010 por el congresista norteamericano Connie Mack, portavoz, junto a la ultraderechista Ileana Ros-Lehtinen, de la mafia de Miami. Antes, el 23 de agosto de 2005, el predicador evangélico Pat Robertson pidió al gobierno de Estados Unidos que asesinara a Chávez, y ya en 2000 el senador Coverdell pidió ocupar militarmente a Colombia para controlar a Venezuela. (Gritaron los “demócratas” pitiyanquis: ¡Viva la libertad de expresión!

-        Agosto, 5 de 2009. A 180 años de la predicción bolivariana sobre el carácter imperialista de Estados Unidos. El gobierno de Colombia cede siete bases militares a Estados Unidos, mismas que, según el Departamento de Defensa, servirán como “acceso para operaciones de contingencia, logística y entrenamiento en América Central y Sur”.

-        Julio 2010. Es capturado en Venezuela el terrorista Francisco Chávez Abarca, salvadoreño que venía con instrucciones de ejecutar actos criminales contra el estado y la población, como antes lo había hecho en Cuba, bajo órdenes de Luís Posada Carriles, viejo agente de la CIA que mandó a colocar explosivos en el vuelo de Cubana de Aviación que trasladaba una delegación deportiva en 1979 (Crimen de Barbados), y uno de los principales coordinadores de la Operación Cóndor de triste recordación en toda Suramérica.  

-        Explosión en Amuay. El 25 de agosto de 2012 un atentado terrorista provocó una fuerte explosión en la refinería Amuay, parte del Complejo Refinador Paraguaná, al noroccidente de Venezuela, uno de los más grandes del mundo. La desfachatez de los criminales imperialistas llegó al colmo de prever esas “situación” en videojuegos que ya circulaban previo al terrible accidente que destruyó la vida de decenas de familias trabajadoras. Objetivo: acabar la capacidad productiva de combustibles venezolanos.

-        Abril 2013. El candidato de la derecha, Enrique Capriles, desconoce su derrota y llama a sus seguidores a “descargar su arrechera” (rabia extrema), lo que provocó una ola de violencia con más de 40 víctimas fatales, incendio de hogares de familias bolivarianas, casas de partidos del Polo Patriótico y destrucción de bienes públicos durante varios días.

-        Inicios de 2014. La extrema derecha pone en marcha el plan “La Salida”, una escalada de violencia en varias partes del país con saldos destructivos en vidas, lesionados y bienes. Leopoldo López, María Machado y Antonio Ledezma aparecen como los principales instigadores de estos actos terroristas para tumbar al Gobierno Constitucional.

-        Marzo 2014 la entonces diputada María Machado acepta el cargo de representante alterna de Panamá en la OEA para ir a pedir la intervención extranjera en nuestro (no el suyo) país.

-        Decreto Obama declarando a Venezuela una “amenaza inusual y extraordinaria”. Se desatan las medidas coercitivas unilaterales del gobierno estadounidense contra el pueblo venezolano.

-        Se activan -desde territorio colombiano, dirigidos desde Miami- mecanismos perversos para destruir el poder adquisitivo del bolívar, basados en la Resolución Octava del Banco de la República (Colombia) que permite el cambismo ilegal en la franja fronteriza con Venezuela (2219 km2) y “decretos” de Uribe permitiendo el tráfico ilegal de gasolina en municipios limítrofes sin ningún tipo de control (Bachaquerismo). Así se le dio el carácter económico a la guerra multiforme aplicada por Estados Unidos y sus socios contra la Revolución Bolivariana.

-        Se instalan gobiernos -no precisamente de legitimidad democrática- serviles al imperialismo gringo: el 28 de junio de 2009 la derecha hondureña derroca violentamente al Presidente Zelaya; el 22 de julio de 2012 destituyen al Presidente Lugo en Paraguay, y el 31 de agosto de 2016 se confirma el golpe de Estado contra la primera Presidenta de Brasil, Dilma Rouseff.

-        2016: La OEA se reafirma como “Ministerio de Colonias” al servicio de los intereses geopolíticos de Estados Unidos.

-        Abril de 2017 el dirigente fascista Julio Borges, prófugo de la justicia por haber matado a un niño con su camioneta y huir sin intentar auxiliarlo, declara a medios extranjeros que la “migración venezolana es una enfermedad contagiosa” que se extiende como “una plaga”; se desata una campaña de linchamiento moral contra la venezolanidad y se instrumentaliza la migración con propósitos de guerra psicológica, simbólica, con ingredientes desestabilizadores.

-        La migración venezolana es económica, no son perseguidos políticos del gobierno, al contrario, son víctimas de la guerra mutante (económica, conspirativa y psíquica-propagandística) contra el Gobierno Bolivariano y nuestro pueblo, llevada adelante  por Estados Unidos y sus peones, que casi destruyeron el aparato productivo y los logros sociales de primer orden que alcanzamos los primeros tres lustros del siglo.

-        El 18 de junio de 2017 en un helicóptero robado al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalística, el terrorista Oscar Pérez, activo conspirador de la derecha venezolana, lanzó un ataque con fusiles de asalto y granadas sobre la sede del Poder Judicial en Caracas. Luego se atrincheró con un comando de fanáticos fascistas en zonas rurales cercanas a la capital.

-        El 4 de agosto de 2018 hubo un ataque con drones cargados de explosivos en el Paseo de Los Próceres, Caracas, durante el acto de los 81 años de la Guardia Nacional. El acto terrorista iba dirigido a asesinar al Presidente Nicolás Maduro y una veintena de personas del alto gobierno que se hallaban cerca del mandatario en la tarima central, incluida su esposa Cilia Flores; otro artefacto estalló en las cercanías del centro capitalino venezolano.

-        El cuaderno del asesor de Seguridad de la Casa Blanca, John Bolton. Tras reunirse en Washington para anunciar un paquete de sanciones contra PDVSA, para “acelerar” la caída de Nicolás Maduro, se pudo leer en tinta negra sobre fondo amarillo: “5.000 militares a Colombia”.

-        Se han desactivado varios intentos de insubordinar a oficiales captados por el enemigo, como también a agentes extranjeros que realizan acciones encubiertas y espionaje; varios de los cuales se han entregado al gobierno gringo en negociaciones bilaterales.

-        El 23 de enero de 2019 el ex diputado Juan Guaidó se autoproclama “presidente”, e inmediatamente es reconocido por la comparsa proyanqui; el hecho más patético, vergonzoso, corrupto, absurdo y desastroso de la historia. Así comenzó el robo masivo y descarado de importantes activos venezolanos en el exterior, con la empresa CITGO y el oro depositado en Inglaterra como casos escandalosos de este acto de piratería imperialista.

-        El 23 de febrero de 2019 se intentó una invasión desde territorio colombiano bajo la fachada de un concierto y la introducción de “ayuda humanitaria”. Allí estaban un trío de presidentes y una pandilla de terroristas listos para convertir esa esquina de nuestra frontera entre Cúcuta y el estado Táchira, en una cabeza de playa para la invasión militar que tanto han acariciado los gringos y sus lacayos. Resultado: además del ridículo y del robo de lo recaudado, la profundización del caos como telón de fondo para la persecución implacable, el cerco diplomático y el boicot económico contra Venezuela, la generosa y solidaria Venezuela, que algunos confundieron con pendeja.

-        Es creado el “Grupo de Lima”, un cartel de gobiernos derechistas coordinados por el Departamento de Estado de USA para aupar la operación envolvente que pretendió derrocar al Presidente Constitucional Nicolás Maduro y descuartizar a Venezuela.

-        Este mismo año hubo un acto de sabotaje terrorista contra el Sistema Eléctrico Nacional que trastocó la mediana tranquilidad que vivíamos en medio del asedio criminal cotidiano al que estábamos sometidos.

-        María Corina Machado pide una “amenaza real, creíble, inminente, el uso de la fuerza, una intervención militar” extranjera en Venezuela el 3 de mayo de 2019.

-        El 3 de mayo de 2020 se realizó la Operación Gedeon contra Venezuela, la misma reunió a ex militares venezolanos radicados en Colombia y mercenarios estadounidenses de la empresa Silvercorp, quienes en dos embarcaciones iniciaron la invasión desde la Guajira colombiana, donde tenían su campamente y se habían entrenado. El jefe de la conspiración fue el ex militar Clíver Alcalá, confeso narcotraficante protegido por Estados Unidos, donde reside como “colaborador” de la DEA.

-        El bloqueo no aflojó ni en los días difíciles de la pandemia del Covid-19 impidiéndonos el acceso a las vacunas, que sólo pudimos obtener por la solidaridad de Rusia y China. Miles de toneladas de alimentos nos han sido retenidas, secuestradas y robadas, así como insumos petroleros y otros para elaborar combustibles venidos de Irán y otros países amigos.

-        La reciente trama “Brazalete Blanco” es una más en la larga lista de planes imperialistas para destruir el Proyecto Bolivariano; y, aunque sus perpetradores están confesos, las agencias de noticias (armas de guerra cognitiva) usan los descalificativos “supuestos”, “presuntos”, cuando se trata de acciones contra Venezuela, mientras le dan absoluta veracidad a las inverosímiles patrañas de los imperialistas y sus peones.

-        Desde 1999 a esta fecha en Venezuela se han realizado más de treinta procesos electorales, de los cuales 5 han sido presidenciales. Nuestra arquitectura constitucional prevé el Poder Electoral como un poder autónomo, distinto a los tradicionales Ejecutivo y Legislativo, como lo sugirió Bolívar en 1819 y propuso en su proyecto de Constitución en 1825. Ese mismo CNE al que tanto han calumniado (principalmente cuando la típica misoginia derechista se ensañó contra una venezolana ejemplar llamada Tibisay Lucena, Honor y Gloria), fue el mismo que le reconoció mayoría a la oposición en las legislativas de 2015, cuando se engolosinaron y echaron el triunfo por la borda como torpes piratas pretendiendo sustituir al Poder Ejecutivo en un interinato muy extraño: tiende al infinito. Muchos gobernadores y alcaldes de oposición ejercen con total legalidad y sin perturbaciones sus cargos en la actualidad. Los bolivarianos perdimos la Reforma Constitucional de 2007 y no salimos a quemar a nadie. Los fascistas si lo han hecho: literalmente.

-        “Régimen autoritario, dictadura”. Es lamentable la pobre cultura democrática de algunas voces de la política latinoamericana; o, debería decir, el descarado cinismo, la paradójica doble moral, la complaciente oralidad domesticada por al capital. Se inmiscuyen a diario en asuntos de nuestro país, y no se ven la “vara que tienen en el ojo”. Luego se sienten ofendidos por las formas de alguna respuesta patriótica. Pero no están dispuestos a dar un debate de fondo. ¿Autoritarios? Cómo llaman a quienes suspenden derechos humanos conquistados por los trabajadores como la protesta. Cómo llaman –a sus aliados- que pretenden decretar el fin de la diversidad, la extinción de toda política pública de corte socializante, imponiendo el pensamiento único sumiso al capital. Son los mismos que apoyan el genocidio más brutal que Israel comete impunemente contra la inerme humanidad. ¿Dictadura? La global que aspira imponer la OTAN e Israel, que enterraron -hace rato y hoy con más saña y prepotencia- el difunto Derecho Internacional.

-        Hoy en Venezuela se lleva a cabo un amplísimo diálogo nacional con todos los sectores políticos, sociales, económicos, religiosos, culturales, para establecer un cronograma y un modelo armonioso para la elección presidencial de este año 2024. La estrategia de nuestros enemigos, donde a ratos caen algunos que se decían “amigos”, es desconfigurar el mayor logro del Gobierno del Presidente Maduro: la estabilidad. Contra eso están urdiendo el thriller sobre las inhabilitaciones y el reciente desmontaje de planes terroristas, a cuyos implicados no vacilan en llamar “activistas de derechos humanos”. ¿Qué pretenden quienes vociferan contra nuestra democracia participativa y protagónica? ¿Que nos rindamos? Están totalmente desquiciados. La Venezuela Bolivariana no se rinde, ni se deja ofender, y mucho menos, vencer. ¡Respeten!

Y como dijera el maestro Juan Formell cuando fanáticos pitiyanquis intentaron sabotear el concierto de los 30 aniversario de Van Van en Miami: “¡Son más los que nos quieren!       

 

Yldefonso Finol

domingo, 17 de diciembre de 2023

LA SIEMBRA DE SIMÓN BOLÍVAR




La siembra de Simón Bolívar

Cuando el General en Jefe Rafael Urdaneta, escribe a Páez desde Maracaibo un 27 de junio de 1826: “Su nombre es ya propiedad de la historia, que es el provenir de los héroes”; lo hacía en defensa de su amado camarada Bolívar, contra las impertinentes insinuaciones de que el Libertador se coronara al estilo bonapartista, y ante la andanada de calumnias que ya por entonces la oligarquía antibolivariana desató para dividir a los pueblos, apropiarse de los recursos, e imponer regímenes opresores, continuistas de los peores males de la Colonia.  

Eran las circunstancias latentes cuando el Gral. Alvear y el Dr. Díaz Vélez fueron enviados por el Congreso de las Provincias Unidas del Río de la Plata a hablar con Bolívar sobre el conflicto con el Imperio Portugués instalado en Brasil. El Libertador no podía avanzar a otros territorios, porque había resignado los poderes dictatoriales conferidos por el Congreso del Perú, y ello limitaba el movimiento del ejército triunfante en Junín y Ayacucho; además asistía al nacimiento de Bolivia que requería la creación de instituciones para el nuevo Estado, se ocupaba de supervisar la convocatoria al Congreso Anfictiónico de Panamá, y tuvo que acudir de urgencia a atender la crisis que en Venezuela había surgido por la conspiración oligárquica que envolvió al General José Antonio Páez.

Un viaje matador, si tomamos en cuenta que a los pocos meses hubo de regresar a Guayaquil para controlar la situación generada por la invasión traicionera de la oligarquía peruana contra aquel territorio de nuestra original República de Colombia. Siempre he considerado que ese maremágnum de complicaciones, donde tenía metidas sus manos el naciente imperialismo estadounidense, impactó severamente la salud del Libertador, al punto de deteriorarlo físicamente en forma vertiginosa.

En adelante, todo conspiró para que ocurriera su muerte el 17 de diciembre de 1830.

Pero, ¿murió realmente? ¿pudieron su cansada anatomía, su ánimo acongojado, y la tuberculosis apagar su vida?

¿Por qué hablamos de la siembra de Bolívar?

En su obra El Magisterio de Bolívar, el maestro Luís Beltrán Prieto Figueroa nos dice que “a Bolívar no podemos mirarlo los venezolanos, los americanos, como una figura histórica que realizó una obra, sino como un germen de pensamiento, creciendo, floreciendo y fructificando siempre”.

Bolívar nos heredó en primer lugar una Épica Cohesionadora de la Nacionalidad. Su nombre va asociado a toda la Gesta Independentista que nos legó una nacionalidad con trazos de heroicidad y altruismo, que potencian el sentido de pertenencia a una estirpe de valía. Por eso la vocación latinoamericanista es parte esencial de la venezolanidad. Nos viene desde el Precursor Francisco de Miranda, del Libertador Simón Bolívar, y de sus más leales compañeros como el General en Jefe Rafael Urdaneta, a cuya División arengó Bolívar por primera vez el 12 de diciembre de 1814: “Para nosotros la Patria es América”.

Las ideas-fuerza del Libertador Bolívar son: el anticolonialismo, que se concatena con el antiimperialismo, y aparece en la batalla de ideas con la perspectiva decolonial de la historia, del poder y la cultura; la igualdad social (“establecida y practicada”) como propósito irrenunciable del ser humano; y el buen gobierno, entendido como el que busca la fórmula de equilibrio entre el bien común y el buen vivir, para alcanzar “la mayor suma de felicidad, estabilidad y seguridad social” para los pueblos.

El legado bolivariano contiene una Geopolítica de la Liberación. Un trío de aportes fundamentales encontramos en Bolívar, vinculadas radicalmente con esas contradicciones fundamentales que han determinado el destino de los pueblos de Nuestra América: la noción del Equilibrio del Universo, la proposición de la unidad estratégica de nuestros pueblos, y la predicción sobre el papel que jugarían los Estados Unidos en ese devenir de dependencia y opresión.

El Equilibrio del Universo

En el número 30 de la Gaceta de Caracas fue publicado el Informe presentado por el Secretario de Relaciones Exteriores el 31 de diciembre de 1813: es la voz de Bolívar plasmada en ese texto que tiene la tinta fresca y gloriosa como la sangre de Ricaurte y Girardot regando de fertilidad los suelos de la Patria Grande: “La ambición de las naciones de Europa lleva el yugo de la esclavitud a las demás partes del mundo, y todas estas partes del mundo debían tratar de establecer el equilibrio entre ellos y la Europa para destruir la preponderancia de la última. Yo llamo a esto el equilibrio del universo, y debe entrar en los cálculos de la política americana. Es menester que la fuerza de nuestra nación sea capaz de resistir con suceso las agresiones que pueda intentar la ambición europea; y este coloso de poder, que debe oponerse a aquel otro coloso, no puede formarse sino de la reunión de toda la América Meridional bajo un cuerpo de nación, para que un solo gobierno pueda aplicar sus grandes recursos a un solo fin que es el de resistir con todos ellos las tentativas exteriores, en tanto que interiormente, multiplicándose la mutua cooperación de todos, nos elevará a la cumbre del poder y de la prosperidad."

Doce años después de haber formulado su idea del Equilibrio del Universo, Simón Bolívar profundiza en su concepción de la unidad como variable de contrapeso en la ecuación de la geopolítica internacional: “Debemos imitar a la Santa Alianza en todo lo que es relativo a la seguridad política. La diferencia no debe ser otra que la relativa a los principios de justicia. En Europa todo se hace por la tiranía, acá por la libertad, la que ciertamente nos constituye enormemente superiores a tales aliados. Por ejemplo: ellos sostienen a los tronos, a los reyes; nosotros a los pueblos, a las repúblicas; ellos quieren la dependencia, nosotros la independencia. Por consiguiente, para elevarnos a la altura correspondiente y capaz de sostener la lucha, no podemos menos que adoptar medidas iguales. La opresión está reunida en masa bajo un sólo estandarte, y si la libertad se dispersa no puede haber combate”. (Carta a Santander del 23 de febrero de 1825)

El surgimiento y consolidación de un mundo multipolar, con diversos poderes regionales en los cinco continentes que hagan contrapeso a las potencias capitalistas y su expresión bélica, y el fortalecimiento del multilateralismo como vínculo entre los Estados para el sostenimiento del Derecho Internacional, forman parte de la concepción bolivariana, artiguista, martiana y sandinista que dio origen en el siglo XXI a iniciativas solidarias como el ALBA, Petrocaribe, y de diálogo nuestroamericano como CELAC, cuya pertinencia quedó más que demostrada con el histórico encuentro de ayer en San Vicente y Granadinas entre el Presidente Nicolás Maduro y su par guyanés. 

La Unidad Latinoamericana y Caribeña como garantía de la emancipación

Para Bolívar la unidad latinoamericana era la única garantía de poder sostener nuestras independencias y así contribuir al Equilibrio del Universo. Esta idea bolivariana de la unión de las ex colonias hispanas tuvo tres características: fue original, temprana y permanente; ella es parte de su visión estratégica para alcanzar la autodeterminación de los pueblos y la justicia internacional, dentro del Equilibrio Universal.

Este es un aporte fundamental para la independencia de Nuestra América, con plena vigencia en la situación actual, por lo que la transnacional oligárquica imperialista encabezada por Estados Unidos, activa sus tentáculos contra todo aquello que esté relacionado al bolivarianismo.

Revisemos cronológicamente algunas iniciativas del Libertador Simón Bolívar en favor de la unidad latinoamericana.

-          El 15 de septiembre de 1810, durante su primera misión internacional para la naciente República, publica en el Morning Chronicle de Londres, un artículo que ya por entonces preanuncia su estrategia unitaria: “El día, que no está lejos, en que los venezolanos… alzarán definitivamente la bandera de la independencia…Tampoco descuidarán de invitar a todos los pueblos de América a que se unan en Confederación”.

-          El 4 de julio de 1811 en su primer discurso público ante la Sociedad Patriótica: “¿Trescientos años de calma no bastan? …pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana, vacilar es perdernos”. Su nacionalidad no estaba restringida a Venezuela, sino a una territorialidad profunda, de pertenencia a un gentilicio formado por la historia común de lucha.

-          El 15 de diciembre de 1812 emite su Manifiesto de Cartagena, documento que inaugura el carácter internacionalista de la guerra, comenzando a entretejer en los hechos la alianza de los patriotas venezolanos y neogranadinos.

-          En septiembre de 1815, redacta su Carta de Jamaica, donde imagina la nueva arquitectura de la América total, profundiza en la condición internacionalista de la lucha y prevé la creación de Colombia como núcleo de una unidad superior. En sus palabras vemos el brillo del genio libertario: “Es una idea grandiosa pretender formar de todo el Mundo Nuevo una sola nación con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo…mas no es posible, porque climas remotos, situaciones diversas, intereses opuestos, caracteres desemejantes, dividen la América”.

-          En junio de 1818, mientras apenas va moldeando la Tercera República de Venezuela, misma que crea Colombia a orillas del Orinoco, le escribe al Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Juan Pueyrredón: “Una sola debe ser la Patria de todos los americanos, ya que en todo vemos una perfecta unidad”. El “pacto americano” (pacto implícito) es una idea bolivariana fuerte, permanente y pertinente; “pacto americano, que, formando de todas nuestras Repúblicas un cuerpo político, presente la América al mundo con un aspecto de majestad y grandeza sin ejemplo en las naciones antiguas. La América así unida…podrá llamarse la reina de las naciones y la madre de las repúblicas…” (Carta a Pueyrredón del 12/6/1818)

-          El 15 de febrero pronuncia su Discurso de Angostura, donde expone su modelo sociopolítico, y su estrategia de mantener la guerra hasta expulsar el último reducto del ejército enemigo del continente; ese mismo año, el 17 de diciembre, nació Colombia a orillas del Orinoco, como núcleo fuerte de la unidad continental.

-          El 4 de febrero de 1821 Bolívar vuelve a escribir a Pueyrredón, precisando su visión de lo “americano” como lo hispanoamericano: “Ligadas mutuamente entre sí todas las repúblicas que combaten contra España, por el pacto implícito y virtual de la identidad de causa, principios e intereses, parece que nuestra conducta debe ser uniforme y una misma”.

-          Desde 1821, tras la victoria de Carabobo, Bolívar promueve una serie de tratados bilaterales con las principales repúblicas de Hispanoamérica, con la idea fuerte “de entrar en un pacto de unión, liga y confederación perpetua”.

-          El 7 de diciembre de 1824 El Libertador firmó la convocatoria a los Jefes de Estado de toda Hispanoamérica, para reunir el Congreso de Panamá.

 

El tercer elemento constituyente de esta geopolítica de la liberación, es su predicción antiimperialista. El miércoles 5 de agosto de 1829 escribió al Coronel Patricio Campbell aquella carta desde Guayaquil, cuando legó para la historia la sentencia: “los Estados Unidos que parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad”.

El historiador bogotano Indalecio Liévano Aguirre, nos devela el entramado norteamericano que se montó para obstaculizar la gran misión del Libertador: “El siniestro Joel Poinsett en México, Anderson en Bogotá y  William Tudor en Lima, por sólo citar los principales, organizaron entonces una verdadera red de intrigas, intrigas que se orientaban a ofrecer toda clase de estímulos al espíritu regionalista y a las rivalidades de las distintas Repúblicas hispanoamericanas, a fin de crearle constantes obstáculos a la formación de la Liga Confederal ideada por Bolívar. Dividir el Sur mientras se unificaba el Norte”.

Siguiendo en esta parte al maestro cubano Francisco Pividal, pionero en teorizar sobre el antiimperialismo de Bolívar, sostenemos con él que “El Libertador jamás pensó incluir a los Estados Unidos” en su proyecto de Unidad. Sobre la convocatoria al Congreso de Panamá, el Libertador, desde el 21 de octubre de 1825, había comunicado sus instrucciones al vicepresidente de Colombia en cuanto a la no inclusión de Estados Unidos: “No creo que los americanos (del norte) deban estar en el Congreso del Istmo. Jamás seré de la opinión que los convidemos a nuestros arreglos americanos”.

El ecuatoriano José Peralta, extraordinario hombre de ideas que acompañó al “Viejo Luchador” Eloy Alfaro en su gesta por una Patria libre y digna, en su obra La Esclavitud de la América Latina, expone: “No es cierto que Bolívar concibiera la idea de mancomunar las naciones latinoamericanas con la república anglosajona, como algunos dicen, al tratar del Congreso de Panamá. Los Estados Unidos se opusieron al noble proyecto de libertar Cuba, Filipinas y más colonias españolas; y esa oposición rasgó el velo del porvenir a los ojos del Genio de América, y le hizo lamentar que la fatalidad hubiese colocado a ese pueblo en nuestro continente, para que hiciera muchos males en nombre de la libertad. Por esto puso tanto empeño en la unión hispanoamericana, considerándola como la única salvación posible de las nuevas nacionalidades, amenazadas por dos formidables enemigos: el imperialismo europeo, al presente; y el imperialismo anglosajón, en el porvenir.”

 

Simón Bolívar es a nivel internacional un Símbolo de Libertad e Igualdad

Bolívar fue el principal abolicionista contra la esclavitud, dictando decretos, redactando proyectos de Constituciones, proclamando en todos los escenarios la eliminación de la esclavitud en el continente. Este era uno de los asuntos que más molestaban a las elites estadounidenses. 

La educación popular como instrumento de igualdad social fue su más anhelada causa: “Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción”, “La educación popular debe ser el cuidado primogénito del amor paternal del Congreso”, “Moral y luces son nuestras primeras necesidades”.

El concepto del Buen Gobierno quedó establecido en Angostura: “El sistema de Gobierno más perfecto, es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social, y mayor suma de estabilidad política”.

 

Abogó por una Economía soberana y social. Bolívar en lo económico es un liberal revolucionario. Observa el fenómeno económico desde la óptica del estadista que aspira dos cuestiones fundamentales para su nación: progreso y prosperidad material con justicia social y soberanía. En la Carta de Jamaica (Kingston, 6-9-1815), Bolívar nos deja una clara visión de la dependencia y de la división internacional del trabajo, contrapuesta a la recolonización neoliberal intentada por los imperialismos tras la caída de la URSS: “Los americanos, en el sistema español que está en vigor, y quizá con mayor fuerza que nunca, no ocupan otro lugar en la sociedad que el de siervos propios para el trabajo, y cuando más, el de simples consumidores” …

Defiende la libre iniciativa, pero anteponiendo el interés colectivo. “Yo antepongo siempre la comunidad a los individuos”, afirmó en carta al Mariscal Sucre en octubre de 1828.

El Libertador dejó muy claro en su Decreto de Quito del 24 de octubre de 1829 que, “las minas de cualquier clase corresponden a la República”. Una medida sin duda estratégica y de alto impacto en la soberanía económica de nuestras repúblicas hasta nuestros días.

Bolívar nos sorprende con políticas públicas dignas de valorarse como de un Ecologismo Precursor; la sensibilidad por el ambiente, abre paso a la conciencia por lo ecológico. Sorprende que, en un tiempo de desafueros utilitarios, un hombre que comanda la guerra anticolonial, tenga la visión de preocuparse -y ocuparse- de temas ecologistas. El Decreto de Chuquisaca del 19 de diciembre de 1825, prevé la preservación de las aguas y su mejor uso, la conservación de los bosques y la reforestación como política de Estado para revertir lesiones causadas en las nacientes de los ríos, así como aumentar la riqueza forestal para todos los destinos productivos.

Resultan deslumbrantes sus iniciativas conservacionistas en los umbrales del siglo XIX a favor del aumento de vicuñas en el Perú, por Resolución tomada en Cuzco el 5 de julio de 1825. El libertador Simón Bolívar decreta que: “El individuo que reúna rebaños de vicuñas mansas, recibirá por cada una de ellas un peso, que deberá descontarse de la contribución que le corresponde, y si fuere tan pobre, que no pagare ninguna, recibirá este premio en dinero efectivo del tesoro de su departamento”.

Por otro decreto de esta misma fecha, Simón Bolívar, desde el Cusco y para todo el Perú, decreta: “La prohibición de la matanza de las vicuñas, en cualquier número que sea. Los que quieran aprovechar la lana para comercializarla u otros cualesquiera usos o beneficios, podrán verificarlo trasquilándolas en los meses de abril, mayo, junio y julio, para que la benignidad de la estación supla este abrigo de que se las priva”.

Este aporte tan sensible del Libertador como ecologista originario, debe ser más difundido entre los pueblos de nuestra Abya Yala, principalmente en las juventudes.

 

Bolívar fue Pionero de los Derechos de los Pueblos Originarios. Es el primer gobernante que se ocupa por la situación indígena y toma medidas concretas en favor de reivindicarles derechos. En 1820 dicta, desde su Cuartel General en Cúcuta, el Decreto de Cundinamarca sobre Protección a los Naturales, Reivindicación de sus Tierras, Libertad de Trabajo y Derecho a la Educación. Allí expresa su voluntad de “corregir los abusos cometidos contra la mayor parte de los pueblos de naturales de la región que han sido los más vejados, oprimidos y degradados durante el despotismo español”.

Este Decreto preveía que se devolvieran a los indígenas, como propietarios legítimos (idea expresada desde 1815 en su Carta de Jamaica), todas las tierras que formaban los resguardos según sus títulos, cualquiera que sea el que aleguen para poseerlas los actuales tenedores. También se instituía la educación primaria y que el trabajo indígena fuese remunerado “en dinero contante y sonante”, protegido por un contrato que obligara al contratante.

En Trujillo (Perú) el 8 de abril de 1824 lanza el Decreto sobre distribución de tierras del Estado y declaración del derecho de propiedad de los indios. Esta acción es su respuesta ante una realidad deprimida del campo peruano, donde se percibe un deterioro de la productividad agrícola por las condiciones del indígena-campesino que ni es propietario de la tierra que trabaja ni percibe remuneración legal por su esfuerzo. Siente que se hallen en “un estado de abatimiento verdaderamente lamentable”, por lo que se propone “hacerles todo el bien posible…por el bien de la humanidad…y porque tienen derecho a ello”.

En Cuzco, el 4 de julio de 1825, dicta tres decretos; sobre el derecho de los indios a la propiedad de la tierra, donde corrige lo referente a la venta inconveniente, estableciendo un plazo de 25 años prohibiendo enajenarlas hasta 1850 y que jamás fuesen vendidas a quien las mantuviera ociosas (prevención contra el despojo y el latifundio). El segundo Decreto que iguala a los originarios como ciudadanos protegidos por la Constitución y las leyes, se refiere a la extinción de títulos y la mala autoridad de los caciques, que incurrieron en el juego colonial en detrimento de sus propios hermanos indígenas.

El tercer decreto de ese día glorioso en Cuzco, trata de los derechos económicos del indio, prohibiendo los malos tratos y el servicio personal forzoso, denunciando que les negaban el pago por sus servicios, que les recargaban odiosos tributos estatales y religiosos, por lo que estableció que todo trabajo indígena debe ser remunerado en dinero contante, no en especies.

Luego vino el turno a Chuquisaca, donde el 14 de diciembre de 1825 Bolívar decreta el reparto de tierras entre los naturales del país. Se reitera la visión bolivariana sobre la prioridad de la agricultura y los derechos indígenas.

Las revoluciones y procesos emancipatorios adelantados por nuestros pueblos a lo largo del siglo XX y XXI han retomado esa herencia bolivariana de incorporar los derechos de los originarios a la agenda de prioridades.

 

La ética, las virtudes ciudadanas, y el combate a la corrupción: “La destrucción de la moral pública causa bien pronto la disolución del Estado”, así lo manifestó en carta a José María del Castillo. Neiva, 6 de enero de 1829.

Desde Magdalena (Perú), el 22 de febrero de 1826, respondió tajante a las insinuaciones de Santander con empresarios que aspiraban el apoyo del gobierno para llevar a cabo un proyecto de canales en Panamá: “He visto la carta de Vd. en que me propone sea yo el protector de la compañía que se va a establecer para la comunicación de los dos mares por el Istmo. Después de haber meditado mucho cuanto Vd. me dice, me ha parecido conveniente no tomar parte en el asunto… por mi parte, estoy bien resuelto a no mezclarme en este negocio ni en ninguno otro que tenga un carácter comercial”.

Esas reflexiones no cesaron en todo su andar de guerrero creador de libertades y justicia:

-          “La Hacienda Nacional no es de quien os gobierna. Todos los depositarios de vuestros intereses deben demostraros el uso que han hecho de ellos”. Convento San Francisco, Caracas, 2 de enero de 1814

 

La paz: el puerto calmo de todos los anhelos

Porque “lo que el pueblo quiere es una libertad segura y una paz duradera”, sentenciaba El Libertador en carta a Tomás Cipriano de Mosquera.

Por eso es Bolívar, porque supo leer las realidades de su tiempo e interpretar las aspiraciones de la ciudadanía, plasmándolas en sus creaciones teóricas y prácticas. No es sólo una espada que levanta revuelo mundial. Es el proyecto emancipatorio contenido en su Doctrina que representa la fe de nuestros pueblos en su victoria sobre la opresión y la miseria.

“Aunque me cueste la vida voy a evitar la guerra civil”, declaraba a Bartolomé Salom desde Maracaibo el 17 de diciembre de 1826, cuando tornó apresurado desde Perú para calmar las divisiones en Venezuela que ya se habían caldeado peligrosamente. Y pagó con su vida exactamente cuatro años después.

Dijo en Cúcuta, el 3 de octubre de 1821, luego de navegar el Lago Maracaibo bajo el faro del Catatumbo, para imponerse del cargo de Presidente de la República: “nada más que la paz nos puede faltar para dar a Colombia todo: dicha, reposo y gloria”.

Es lo que deseaba para toda Nuestra América. La valoración suprema de la paz como el bien más necesario para la humanidad lo dejó plasmado El Libertador como su deseo más ferviente: “La paz será mi puerto, mi gloria, mi recompensa, mi esperanza, mi dicha y cuanto me es precioso en este mundo”.

Por eso Bolívar se sembró en el alma de nuestra historia, y seguirá germinando y fructificando, mientras haya pueblos soñando y luchando por una mejor humanidad.  

Yldefonso Finol