Murmullos
y certezas: por qué gana Nicolás este 28J
Si la
gran industria mediática transnacional decidiera con sus titulares el destino de
cada uno de los pueblos del planeta, estaríamos en presencia de un tipo de colonialismo
news y la humanidad sería presa de una esclavitud autómata.
El aparato
gringo de control opinativo mundial lanza una aseveración y todas las agencias
noticiosas lo replican instantáneamente.
En el
caso de Venezuela la han acusado de narcotráfico: pero Venezuela es territorio
libre de cultivos, nuestra Fuerza Armada destruye pistas y laboratorios
improvisados por grupos criminales desde la frontera colombiana; otros países con
carita de yo no fui sacan por sus puertos toneladas de cocaína y otras drogas
para Estados Unidos y Europa, las grandes del negocio.
Nos acusan
de corrupción: pero ha sido el Presidente Maduro quien enfrentó las más desalmadas
tramas de corrupción, las develó ante la opinión pública conlujo de detalles, y
ordenó aplicarles severamente las leyes; mientras, el país más corrupto del
mundo, Estados Unidos, alberga a muchos prófugos de la justicia venezolana por
delitos de corrupción, también España, Inglaterra y otros escondites menos
exquisitos de las mafias internacionales. ¿Cómo califican estos moralistas
inmorales el robo de CITGO, el oro en el Banco de Inglaterra, y los miles de
millones robados a través del un fantoche “gobierno” en el exterior cuyos
agentes todos son una pandilla de ladrones?
Terrorismo:
Estados Unidos arma a los terroristas más despiadados de la historia reciente,
pero Venezuela ha aportado caminos de paz para Colombia y para la región; hemos
sido víctimas del terrorismo vandálico promovido por la derecha fascista, y aquí
estamos serenos próximos a una victoria democrática en paz y legitimidad
indiscutible.
Violación
de DDHH: el colmo del descaro. Estados Unidos y sus acólitos en la derecha
internacional le impusieron a Venezuela la violación masiva de Derechos Humanos
más espantosa de nuestra historia con la guerra económica que destruyó nuestro
modelo de bienestar alcanzado la primera década del siglo con Hugo Chávez; nos
provocaron migración, robo de cerebros, megadevaluaciones, macroinflación,
desabastecimiento, crisis eléctrica, pérdida de los servicios de salud de
primera que habíamos construido; hasta los medicamentos nos los bloquearon.
II
Sólo los
tejidos sociales bordados al fragor de la lucha diaria, crean conciencia y
sentido de pertenencia a un pueblo fuerza.
Recordemos a nuestro Libertador cuando en 1821 se refería
molesto con la elite que hegemonizó el Congreso de Cucuta: “Esos
señores piensan que la voluntad del pueblo es la opinión de ellos (los gringos,
la mediática, la elite derechista), sin saber que el pueblo está en el ejército
(las organizaciones populares), porque realmente está, y porque ha conquistado
este pueblo de mano de los tiranos; porque además es el pueblo que quiere, el
pueblo que obra, y el pueblo que puede; todo lo demás es gente que vegeta con
más o menos malignidad”.
Esta conceptualización
de pueblo no es comprendida por quienes nos adversan (y otros). Subestimaron a
Nicolás, lo pretendieron ofender por sus oficios que lo homologan al pueblo
común, sin percatarse que esa era precisamente su mayor fortaleza: ser uno más
de ese pueblo que soportó todas las andanadas de ataques viles por parte del
imperialismo y sus lacayos.
Por eso
gana Nicolás, porque estuvo allí en donde “las papas queman” a cada instante. Se
caló las duras y las maduras. Supo conducirnos a la victoria en medio de
las más drásticas dificultades, mientras las momias del odio pedían
intervención militar extranjera a Estados Unidos y -casi nada- a Israel:
querían hacer de Venezuela un Gaza ensangrentada de un millón doscientos mil
kilómetros cuadrados.
Por eso
gana Nicolás. Por el día a día ganado a los vendepatria.
Para cerrar
dejemos que los números nos ayuden a decir las cosas con más claridad: en 2013,
en el más terrible escenario por la muerte del Comandante, Nicolás sacó
7.587.579 (51,61%). El que llegó de segundo no reconoció su derrota y llamó a
la violencia.
En
2018, con tres años del Decreto Obama, sanciones, bloqueos, destrucción monetaria,
violencia fascista callejera, recesión económica, Nicolás sacó 6.248.864
(67,84%) Entre el segundo y el tercero sacaron un poco más de tres millones de
votos.
El país
lleva 3 años creciendo y la economía floreciendo. Las alianzas estratégicas con
nuestros países amigos en el mundo, las economías más fuertes y prometedoras,
apalancan el relanzamiento de una recuperación venezolana que ya se gestó con
energías intrínsecas.
El
PSUV tiene 7.771.975 militantes inscritos, con 266.927 líderes de calle y
13.600 UBCH; más el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar, más una veintena de
alcaldes de oposición democrática que se ha sumado al apoyo para Nicolás, y
hasta el ex secretario general de Acción Democrática, Carlos Prósperi, que trató
de competir en las falsas primarias de la malinche Machado y la denunció por
fraudulenta, anunció su adhesión a la fórmula del diálogo por la paz y la
prosperidad de Venezuela que encarna el Presidente Nicolás Maduro Moros.
Ya están
en el país más de mil acompañantes y veedores internacionales, y otros mil
enviados de medios de comunicación acreditados por la autoridad electoral nacional
CNE.
Los murmullos
seguirán después del 28J, pero certezas habrá una sola.
Gana Nicolás.
Yldefonso
Finol