miércoles, 3 de septiembre de 2025

EL MUERTO QUE SE HACE EL VIVO

 


El muerto que se hace el vivo

Para el pueblo estadounidense.

Advirtió en 1819 El Libertador Simón Bolívar en el Congreso de Angostura: “Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición.” 

Trump está muerto, pero va ganando (¿popularidad?, ¿en el golf?, ¿la guerra?) Hashtags al estilo #TrumpIsDead y #WhereIsTrump proliferaron por la ola de rumores acalorada fríamente por el vicepresidente Vance: “estoy preparado para asumir el liderazgo si ocurriera una tragedia”.

Las pesadillas recurrentes con el fantasma Epstein rondan la Casa Blanca. Wall Street Journal difundió que Trump “fue informado en mayo por su fiscal general de que su nombre aparecía en archivos relacionados con las investigaciones.”

En la campaña electoral de 2024, Trump dijo estar dispuesto a publicar esos archivos escandalosos que protagoniza -junto a un elenco internacional de altísimo standing- su difunto amigo desde 1990, Jeffrey Epstein. Hasta este momento, Trump no ha sido acusado de algún caso concreto en relación con la red de pederastia y otros crímenes, pero ya está confirmado que su nombre aparece en el inmoral staff.

Se atribuye al poeta español Antonio Machado, fundido ya irremisiblemente en la causa del pueblo, la máxima: “El arma más destructiva que utiliza el fascismo es la mentira”.

El índice de rechazo al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, actualizado al 3 de septiembre de este año por The Economist es del 60 por ciento: “Desde su regreso al cargo, la aprobación de su gestión económica ha disminuido, impulsada por su errática política comercial y los precios persistentemente altos en las cajas registradoras. En menos de dos meses, su índice de aprobación cayó por debajo de cero, donde se ha mantenido desde entonces. Su índice de aprobación neta actual es de -14.”

Anotemos este nombre: María Farmer. Esta ciudadana estadounidense denunció en 1996 y -ratificó sus aseveraciones- en 2006 ante el Departamento de Policía de Nueva York, y el FBI, sobre las agresiones que ella y su hermana menor de edad, sufrieron por parte del dúo Epstein y Maxwell, tiempo en el que constató que en el entorno de la pervertida pareja estaba el empresario Donald Trump. Nos ha relatado una fuente desde New York, que el testimonio de Farmer es contundente, que los detalles darían un jaque mate.

La BBC lanza su cizaña desde orillas del Támesis: “Pareciera una decisión sencilla para el gobierno de Donald Trump hacer públicos los archivos relacionados con Jeffrey Epstein, o mantenerlos fuera de la vista del público. Pero las batallas que se libran entre los partidarios del presidente estadounidense en algunos de los espacios más conspiranoicos de Internet sugieren que la elección a la que se enfrenta Trump no es nada fácil. En esos espacios, los usuarios discuten sobre si confiar o no en la Casa Blanca, y especulan sobre lo que podría estar ocurriendo entre bastidores.”

Mientras, en ese otro mundo que los gringos (“un pueblo ignorante, instrumento ciego”) no ven, o simplemente desprecian, el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, ha presentado en Tianjin la Iniciativa de Gobernanza Global durante la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái, inspirado en los objetivos supremos de “defender la coexistencia pacífica y la cooperación beneficiosa para todos, e instó al establecimiento de un sistema de gobernanza global más justo y equitativo, que valore la igualdad, el estado de derecho, el multilateralismo y los beneficios tangibles para la población.”

El presidente ruso Vladimir Putin, al anunciar su apoyo a la propuesta china, manifestó: “Creo que precisamente la Organización de Cooperación de Shanghái podría asumir el liderazgo en los esfuerzos por crear en el mundo un sistema de gobernanza global más justo y equitativo”.

Desde Caracas, el Presidente Constitucional Nicolás Maduro, proclamó nuestra adhesión a la iniciativa de China por “un sistema de gobernanza global basado en la igualdad soberana, el respeto al derecho internacional y el multilateralismo”, siguiendo la línea histórica del Equilibrio del Universo planteado por Bolívar y el nuevo orden mundial multipolar pregonado por el Comandante Eterno Hugo Chávez.

La Organización de Cooperación de Shanghái reunió en esta cumbre más de veinte Estados euroasiáticos que constituyen cerca del 50% de la población mundial y generan un tercio del PIB global.

Entre tanto, el Mar Caribe es infestado por un despliegue militar grotesco, pirático, y que para “combatir el narcotráfico”, pero que el discípulo de Posada Carriles, Marcos Rubio, trata de teñir de invasión contra Venezuela.

El Presidente Maduro lo ha denunciado virilmente, llamando al pueblo bolivariano a alistarse y estar preparados para cualquier escenario. “Somos un pueblo pacífico, pero iríamos a la lucha armada ante el más mínimo asomo de agresión extranjera contra la Patria”, ha expresado el Jefe del Estado en declaraciones ante medios de información internacionales y en discursos durante las masivas manifestaciones populares patrióticas.

Las pantomimas marítimas -sin dejar de precisar lo ilegítimas y peligrosas que son- han alcanzado niveles hollywoodenses. Trump (no Reagan) se jactó de haber “matado” once personas en una embarcación en algún lugar del Caribe (¿Pesadilla en la Isla de Epstein?). La Inteligencia Artificial no se puede inyectar o colocar en una liposucción, menos en una cirugía estética.  

En 1997 se estrenó la película gringa Wag the Dog, vendida en España como La cortina de humoMentiras que matan, en Argentina, o Escándalo en la Casa Blanca, en la mayoría de Latinoamérica. El filme trata de la creación cinematográfica de una guerra ficticia (con Albania) para distraer a la opinión pública de un escándalo sexual que perseguía la imagen presidencial deteriorándola drásticamente a poco tiempo de una nueva elección. Los publicistas del presidente-candidato contratan a un director que exige los créditos por su “creación”, que incluyó la muerte (real) de un supuesto soldado, al que retornaron en el acostumbrado ataúd abanderado convertido en héroe caído. La población estuvo medio atenta a la falsa guerra y la presencia de terroristas del país enemigo con bombas atómicas que entrarían por Canadá (el director fue agregando paranoias azuzado por los “productores”). La propia CIA -para no seguir sintiéndose burlada- se ve obligada a ponerle “the end” a la película anunciando que “la guerra” había terminado.

Imposible no recordar “las armas de destrucción masiva de Irak”, “los vínculos con Al Qaeda”, hasta la explosión del barco Maine en la Habana para declararle la guerra a España en 1898. La mentira es parte constitutiva del sistema de vida estadounidense, comenzando por esa del “Destino Manifiesto” y de que son el “gendarme necesario” del planeta.

Vuelvo entonces al poeta Machado: “No basta despertar cuando amanece: Hay que mirar al horizonte, ¡Alerta!”

 

Yldefonso Finol