sábado, 18 de octubre de 2025

El semáforo Trump: cocaína, CIA y nulo liderazgo

 


El semáforo Trump

Díscolo y ególatra, el semáforo Donald Trump le do luz verde a la CIA para actuar en Venezuela. Ya les habilitaremos el salón protocolar de Maiquetía para recibirlos con sus uniformes de traje azul, corbatica fina y corta, las chicas con faldas por debajo de la rodilla, y el emblema bordado en la solapa izquierda de la chaqueta. Todos agitando las banderitas de cincuenta estrellas y franjas rojiblancas.

¿Es que acaso la CIA no lo estuvo haciendo este cuarto de siglo? ¡Acuartelada no estaba! Desde su creación en 1947-1948 la CIA reclutó agentes entre los ejecutivos y algunos subalternos petroleros gringos en Maracaibo y la Costa Oriental del Lago. A algunos les tocó mover grandes cargamentos de material militar para Chiang Kai-shek, el jefe del Kuomintang, con el que, una vez derrotado en tierra firme de toda China por Mao Zedong, el Ejército Rojo y el glorioso Partido Comunista Chino, pasaron a Taiwán e impusieron una república satélite de Estados Unidos gobernada por una cruenta dictadura.  

Imaginemos si en aquellos años ya la CIA usaba desde Venezuela operaciones diplomáticas y comerciales para el espionaje y la conspiración, qué no estarán intentando hoy; lo que pasa es que se les ha dado un “estate quieto” en varios países, incluida Venezuela. Esta Venezuela es una República Bolivariana, no la finca de Rockefeller. “Esta Patria es caribe y no boba”, dijo Bolívar a Santander el 8 de noviembre de 1819 para referir que estábamos pilas con todo, y que después de los triunfos de Pantano de Vargas y Boyacá, no debíamos perder tiempo en pendejadas internas sino ir al corazón del enemigo a descuartizarlo. No nos detendremos en la época que la Nueva Granada fue llamada “La Patria Boba”, precisamente porque los patriotas se hicieron una guerra entre ellos mismos por definirse entre centralismo o federación. Resumidamente.   

Paréntesis. El primer antecedente de la CIA lo crearon los gringos cuando vieron que era inevitable la formación de la Tercera República de Venezuela y el nacimiento de Colombia (La Primera República Bolivariana), reforzándola como locos con agentes, cónsules, comerciantes, corsarios disfrazados, y cooptados, tras las sucesivas victorias bolivarianas en la Nueva Granada, Carabobo, Pichincha, Ibarra, Batalla del lago Maracaibo, Junín y Ayacucho; y la convocatoria al Congreso de Panamá (sin Washington).      

Volviendo a la CIA (Agencia Central de Inteligencia), ésta fue creada por el presidente Harry S. Truman en 1947 bajo la Ley de Seguridad Nacional. Su sede principal está en Langley, Virginia. El alcance de sus actividades va desde elaborar informes políticos sobre la agenda y vida personal de gobernantes y personalidades influyentes, hasta realizar actos terroristas para desestabilizar y fraguar golpes de Estado (tradicionales) o “revoluciones naranjas” (supongo que ese nombre les recuerda el que usaron junto al napalm en Vietnam).

Hay mucho cine sobre la CIA y la gente común maneja ciertos estereotipos. Seguiremos debatiendo esos aspectos. En la Venezuela satélite energético gringo pasaron muchas cosas que están por saberse. Hay que saberlas. Por los momentos quiero compartirles este párrafo muy esclarecedor sobre la amplitud del trabajo de la CIA: “Durante los momentos culminantes de la guerra fría, el Gobierno de Estados Unidos invirtió enormes recursos en un programa secreto de propaganda cultural en Europa occidental. Un rasgo fundamental de este programa era que no se supiese de su existencia. Fue llevado a cabo con gran secreto por la organización de espionaje de Estados Unidos, la Agencia Central de Inteligencia. El acto central de esta campaña encubierta fue el Congreso por la Libertad Cultural, organizado por el agente de la CIA, Michael Josselson, entre 1950 y 1967. Sus logros fueron considerables y su propia duración no fue el menor de ellos. En su momento álgido, el Congreso por la Libertad Cultural tuvo oficinas en 35 países, contó con docenas de personas contratadas, publicó artículos en más de veinte revistas de prestigio, organizó exposiciones de arte, contaba con su propio servicio de noticias y de artículos de opinión, organizó conferencias internacionales del más alto nivel y recompensó a los músicos y a otros artistas con premios y actuaciones públicas. Su misión consistía en apartar sutilmente a la intelectualidad de Europa occidental de su prolongada fascinación por el marxismo y el comunismo, a favor de una forma de ver el mundo más de acuerdo con «el concepto americano”. [1]

Volviendo al terreno, hay gente que pareciera “apartar sutilmente” a la Revolución del bolivarianismo, reduciendo su conocimiento a círculos académicos y suavizando su proyecto emancipador, repitiendo como disco rayado efemérides y rumiando frases. Más escena, cero profundidades, más maquillaje y menos cerebros espoletas.  

¿Drogas? Los “valores” de la Biblia y el Libro del Mormón debían alejarnos de ese mundo enajenado y pervertido. Pero los dineros que generan deben usarse en algo “útil” a la sociedad así haya que crear un submundo ara ello. Un dólar de aquellos no se tiraba al cesto. Pregúntenle a los hermanos nicaragüenses con qué dinero financiaba la CIA a los monstruos de la “Contra Antisandinista” que les lanzaron como ogros desde Honduras con el más sofisticado armamento y sistema de comunicaciones, que muchos gobiernos no llegaban a poseer

¿Drogas? Aquí no vengan a echar cuentos. Cuando el amigo de Joseph Epstein, Andrés Pastrana Arango, era presidente de Colombia se puso en marca el llamado Plan Colombia, dirigido por Washington con estrategia contrainsurgente. En esos años las FARC contaban con un ejército poderoso que tocaba las puertas de la Casa de Nariño. El plan contra las drogas se usó como artilugio para combatir a la insurgencia que llegó a constituir una Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar con el ELN y el Frente Quintín Lame, guerrilla de raíz indígena.

Entre los diálogos previos para ir desmontando la guerra interna, se crearon instrumentos políticos como la Unión Patriótica (Caso Rafi Eitan), a la que el régimen no le garantizó el más mínimo ambiente de existencia y fueron exterminados por agentes del Estado y grupos paramilitares que hacían masacres anónimas y asesinatos selectivos. Por cierto, Israel “ayudó” mucho al régimen oligárquico imperialista colombiano en la creación de esos aparatos terroristas que luego fueron las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), los famosos paracos que financiaron la guerra fratricida con dineros de las drogas. Todo esto con el concurso de la DEA a nivel internacional y el DAS en lo interno. Los partidos del sistema, e aparato judicial, y hasta figuras pesadas en la farándula y la Iglesia formaron parte de este entramado colombo-estadounidense.    

Israel proveía entrenamiento (famoso caso Yair Klein), venta de armas y servicios de espionaje, no podían faltar los medios de comunicación y las ONGs vinculadas a las academias y el trabajo social.

Allá, como país dependiente por dos siglos amarrado a los intereses geopolíticos gringos, instalaron bases militares y realizan acciones secretas (incluyendo violación de señoritas) en la Amazonía, el Nariño donde metieron a los carteles mexicanos, Chocó (por igual) y el Caribe, donde se han visto más limitados por la presencia contundente de la FANB. A más de un encorbatado han logrado corromper en este cuarto de siglo de lucha férrea día a día contra la CIA en sus diversas expresiones. Pero los hemos mantenido a raya dándoles golpes certeros, FANB y pueblo en armas: un solo bloque.     

¿Será que el semáforo Trump mantuvo encendida la amarilla a ver si pisábamos la concha de plátano maduro?

Lo más llamativo son los números, cuando Pastrana (moralista como Epstein) suplicaba por el Plan Colombia hace 26 años se cultivaban 160.000 hectáreas de coca, hoy se cultivan (con ocho bases gringas adentro) el doble, y voceros de la lucha social estiman en 500 mil hectáreas, con una producción de pasta de cocaína de casi dos mil toneladas, de las cuales el 87% salen por el Océano Pacífico. Los gobiernos sumisos a Estados Unidos en ese lado del continente como Ecuador (principal exportador de cocaína del mundo), Panamá, Chile, Costa Rica y Perú, han sufrido un repunte peligroso de la violencia vinculada al negocio transnacional del narcotráfico. No olvidemos la ruta fluvial en el Cono Sur tan codiciada por USA: dos de los cargamentos de cocaína de alto valor monetario llegaron a Bélgica y Portugal luego de pasar los supuestos rigurosos controles en el puerto de Montevideo en 2023.  

“La producción, incautaciones y consumo de cocaína alcanzaron nuevos máximos en 2023, convirtiéndose en la droga ilícita con mayor crecimiento de mercado. La producción ilegal se disparó a 3,708 toneladas, casi 34% más que en 2022. Las incautaciones mundiales alcanzaron un récord de 2,275 – lo que supone un aumento de 68% con respecto a 2019-2023. El consumo creció de 17 millones de usuarios en 2013 a 25 millones en 2023.” (ONU, 2023)

La cocaína es la reina de la fiesta y de reanimar líderes y gerentes, por lo que es costosa para el consumidor, aunque lo que le vendan sea una mezcla de cualquier polvo blanco. El flujo financiero de Estados Unidos y satélites pro-yanquis calificados como “paraísos fiscales”, concentran el 70% del dinero de la droga.

El cartel con más cobertura mundial es la DEA, que es la CIA con unos pases en la nariz. El negocio de las armas, la formación de bandas paramilitares, la infiltración de instituciones policiales y judiciales, todo ello implica el gran negocio transnacional de las drogas, porque las hay desde naturistas hasta sintéticas.

En el seno del gobierno de Estados Unidos hay formado un maremágnum por el control de las ganancias de estos negocios. Venezuela está rodeada de gestores de las mafias de la “White House”.

Los seguiremos venciendo.

 

Yldefonso Finol

 



[1] Frances Stonor Saunders: la CIA y la guerra fría cultural. EHK 1999, p 5

viernes, 10 de octubre de 2025

PRONTUARIO PARA "PREMIAR" UNA FASCISTA SUBALTERNA

 


PRONTUARIO RESUMIDO PARA “PREMIAR” UNA FASCISTA SUBALTERNA [i]

Golpe de Estado contra Hugo Chávez en abril de 2002, María Machado aparece firmando el “Decreto Carmona” que derogó la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela por 47 horas.

En julio de 2002 crea SUMATE, una asociación civil financiada por Estados Unidos a través de la Fundación Nacional para la Democracia (NED), con la “misión de promover el libre ejercicio de los derechos políticos y la discusión de temas de interés público”. El 11 de febrero de 2010 Machado renunció a la presidencia del parapeto actuante como agente encubierto.

En 2003, Súmate -junto al resto de la oposición-, recolectó firmas para activar un referéndum que revocara el mandato de Chávez. A pesar que no alcanzaron el número de firmantes requerido, el Presidente Chávez aceptó la consulta revocatoria, resultando ratificado por la gran mayoría del pueblo venezolano.

En 2005, Machado -una absoluta desconocida- fue recibida en la Casa Blanca por el entonces presidente de Estados Unidos George Bush.

En 2010, fue electa diputada de la Asamblea Nacional por el estado de Miranda en las listas de la MUD. Dos años después, fundó la organización terrorista Vente Venezuela.

En la AN interrumpió al Presidente Hugo Chávez durante su discurso anual: “Como puede usted hablar que respeta al sector privado en Venezuela, cuando se ha dedicado a expropiar, que es robar”. Chávez sólo la dejó hablar y le respondió: “Está fuera de ranking para debatir conmigo. Lo lamento mucho, lo lamento mucho. Pero esa es la verdad. Usted me llamó hasta ladrón delante del país, pero yo no la voy a ofender. Águila no caza mosca, diputada”.

El 5 de enero de 2011, la diputada a la Asamblea Nacional María Corina Machado publicó un comunicado donde manifestaba que “Llegó la hora de detener la imposición del comunismo en Venezuela (en alusión al Gobierno Bolivariano), este comunismo que produce muerte, tristeza, oscuridad, que roba el futuro de nuestros hijos”. ¡Con que cinismo pregonan el pluralismo y repiten que en Venezuela cabemos todos! Vaya demócratas que comulgan con la más fanática verborrea fascista. En esa ocasión lo dijimos: “el anticomunismo ha sido usado por el imperialismo estadounidense para conspirar contra gobiernos democráticos e invadir países, e introdujimos en el TSJ un Recurso de Amparo el lunes 17 de enero a las 9 am invocando la protección de la garantía constitucional de libre pensamiento y pluralismo político.

En 2013 Machado compitió en las primarias presidenciales de la coalición derechista, quedando última en la escuálida competencia donde Henrique Capriles consiguió la victoria.

Marzo, 21 de 2014. El embajador de Panamá ante la OEA, Arturo Vallarino, anunció que su país mantendrá la condición de ‘representante alterna’ a Machado hasta que ésta sea escuchada por el pleno de la OEA. “Es la hora de que los órganos políticos de la OEA cumplan su deber. No estamos pidiendo un favor, estamos exigiendo que cumplan su deber", dijo Machado, en conferencia de prensa en la sede del órgano multilateral.

Marzo, 22 de 2014. “Lo que parecía prácticamente imposible al principio de la jornada lo logramos en los últimos minutos”, dijo la diputada que además se mostró satisfecha porque “el Consejo Permanente le dedicó todo el día exclusivamente al caso de Venezuela”. En la OEA -en sesión a puerta cerrada que consumió la jornada en un debate sobre procedimientos, según declaró su secretario general José Miguel Insulsa- María Machado habló un par de minutos al final del día, y expresó a la prensa que había “exigido” a la OEA que aplicara la Carta Democrática Interamericana para que el organismo interviniera en Venezuela. Diputada en Venezuela, diplomática de Panamá. Es una prueba más del irrespeto a la legalidad y la soberanía popular, prácticas muy características del fascismo.

En 2015, fue inhabilitada para ejercer cargos públicos por múltiples irregularidades, la más escandalosa haber aceptado un cargo diplomático de un gobierno extranjero, en este caso, como representante de panamá en la OEA, donde cumplió el triste papel de traidora a la patria pidiendo la intervención contra Venezuela.

2018 Machado pide a Mauricio Macri y Benjamín Netanyahu promover una invasión contra Venezuela. He aquí la bochornosa misiva:

Venezuela/Caracas, 04 de diciembre de 2018

Sr. Mauricio Macri

Presidente de la República Argentina

Casa Rosada/Balcarce 50, C1064

Buenos Aires, Argentina

Sr. Benjamín Netanyahu

Primer Ministro del Estado de Israel

3 Kaplan St. Hakirya/ 91950 Jerusalén, Israel

“La población de Venezuela necesita protección internacional contra el ataque generalizado y sistemático al cual la somete el régimen venezolano. Así lo demuestra el informe de fecha 29 de mayo de 2018 presentado por la Organización de Estados Americanos ante la Corte Penal Internacional. Ha sido ésta la base para que nueve estados, entre ellos la Argentina, denunciaran al régimen ante dicha instancia internacional. Agradecemos profundamente esta gestión, la cual es determinante para el desenlace de la tragedia venezolana.

Cabe resaltar que no es solamente nuestra población la que está sufriendo el ataque generalizado y sistemático del actual régimen. Su naturaleza criminal, estrechamente ligada al narcotráfico y al terrorismo, representa una amenaza real para otros países, entre ellos, y muy especialmente, para Israel. El actual régimen, que mantiene secuestradas las facultades de gobierno en Venezuela exhibe su estrecha colaboración con Irán y grupos extremistas, que como todos sabemos, amenazan a Israel de forma existencial y han actuado en territorio argentino. Las tragedias del antisemitismo que se vivieron en la AMIA en 1994 resuenan todavía en el continente, y sus ecos llegan hasta nuestro país.

Estoy convencida de que la comunidad internacional, conforme a la doctrina de la responsabilidad de proteger, está llamada a dar a los venezolanos el apoyo necesario para generar el cambio de régimen que urge con miras a restablecer la seguridad nacional e internacional. Por ello, he dirigido recientemente algunas cartas a varios de los principales líderes del mundo con el fin de promover ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la adopción de medidas eficaces de protección para Venezuela mediante la promoción de un cambio de régimen, medida que necesariamente implica un reforzamiento de la seguridad internacional. Hoy quiero pedir a Israel y Argentina que aporten su experticia y su influencia para avanzar hacia una toma de decisiones acertada y urgente en el Consejo de Seguridad.

Tales medidas son imperativas ante un foco de inseguridad hemisférica como el que actualmente representa el régimen que oprime a Venezuela. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones han certificado que la actual crisis de refugiados que huyen de Venezuela es la mayor en la historia de las Américas. Argentina es muestra de esta crisis al haber acogido a cientos de miles de nuestros compatriotas, gesto por el cual siempre los venezolanos le estaremos agradecidos. Sin embargo, debemos ser conscientes que, sin un cambio de régimen en nuestro país, la seguridad hemisférica y global estarán en riesgo.

Por otra parte, es preciso señalar que la importante comunidad judia radicada en el país, luz de colaboración, alianzas, contribución y mutua admiración, se ha reducido a una pequeña expresión numérica en tiempos recientes. Venezuela fue uno de los países que apoyó, el 29 de noviembre de 1947 en la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Resolución 181 que condujo a la creación del Estado de Israel, el 14 de mayo de 1948. Por ende, forma parte de nuestros anhelos la posibilidad de que la comunidad judía vuelva a florecer en Venezuela, y que contribuya a nuestro libre desarrollo, como lo hiciera durante las décadas de democracia, tolerancia y convivencia pacífica. Una Venezuela renovada en su prosperidad y tradición democrática cultivará una estrecha relación con Israel.

Reciban un cordial saludo desde Venezuela cuyo territorio nacional no puedo abandonar por disposiciones de la tiranía que actualmente rige en mi país.” María Corina Machado. (Fin de la carta).

En 2019, reiteró en una entrevista con la BBC su petición descarada de una intervención militar extranjera contra Venezuela: “Las democracias occidentales tienen que entender que un régimen criminal solo saldrá del poder ante la amenaza creíble, inminente y severa del uso de la fuerza”.

En 2023, montó todo un teatro con las primarias presidenciales de la oposición, donde por supuesto ganó ella misma con el 300% de los votos, ¿de cuántos votantes? Nunca se supo porque en la farsa quemaron las papeletas y libros de anotación del fraudulento proceso.

En junio de ese año, la Contraloría venezolana informó que la inhabilitación era por 15 años más, debido a su apoyo hacia las sanciones de Estados Unidos en contra de Venezuela.

La Sala Político Administrativa del TSJ anunció ocho sentencias sobre las sanciones que la Contraloría General de la República (CGR) ha impuesto en contra de dirigentes políticos de oposición y de otras tendencias políticas. La Sala Constitucional del TSJ ratificó de manera definitiva la inhabilitación de María Machado para ejercer cargos públicos por 15 años.

26 de enero de 2024: María Corina Machado Parisca interpone demanda conjuntamente con acción de amparo cautelar contra la vía de hecho por las presuntas actuaciones materiales ejercidas por la Contraloría General de la República. La resolución fue ratificada en enero de 2024 por el Tribunal Supremo de Justicia. La alaraca mediática mundial es harto conocida.

Por instrucciones de Estados Unidos inventaron la candidatura de un viejo agente de la CIA, Edmundo González, como carta de la oposición fascista. La estrategia de esta jugada era el fraude de gritar “fraude” apenas se dieran los resultados, que estarían retardados algunas horas por un ataque cibernético masivo desde los centros de guerra tecnológica del Pentágono. Estos ataques masivos al sistema electoral, a las telecomunicaciones y la electricidad, han sido reconocidos en entrevistas por hackers contratados por el equipo de Machado.

Pregona el neoliberalismo al estilo Milei, proponiendo privatizar PDVSA y suprimir la educación pública y gratuita, para ser sustituida por el modelo más retrógrado de los experimentos ultraderechistas.  

En diversos medios Machado ha reiterado su persistente solicitud de una intervención militar extranjera contra Venezuela, como única vía para derrocar al Presidente Constitucional Nicolás Maduro; también ha favorecido con sus opiniones la posición de EXXOM MOBIL y el gobierno títere de Guyana contra los derechos históricos de Venezuela en el territorio Esequibo.

5 de abril de 2024: María Corina Machado y Elon Musk hacen pareja en la plataforma del magnate heredero del apartheid. Por supuesto los mensajes van en la vía de destruir la democracia bolivariana y promover el intervencionismo imperialista.

1° de agosto 2024: El primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, reveló que la dirigente de extrema derecha, María Corina Machado, habría ofrecido al empresario Elon Musk entregarle yacimientos minerales a cambio de su respaldo en el plan desestabilizador. “María Corina habría ofrecido a Musk la entrega de los yacimientos de litio, coltán y torio, junto con La Estación Terrena de Control Satelital ubicada en Guárico para que Musk haga operaciones satelitales”, informó Cabello.

22 de agosto de 2024: Machado ofreció a Elon Musk entregarle el negocio de la electricidad, el Cabo San Román como estación aeroespacial, y los recursos hídricos del país.

4 de marzo 2025: Por medio de un video difundido en sus redes sociales, Machado acusó a Venezuela de ser una amenaza para el hemisferio.

26 de febrero 2025: María Corina Machado celebró revocatoria de licencia a Chevron para operar en Venezuela (La opositora de ultraderecha celebró que el Gobierno de Donald Trump, revocase la Licencia 41 por medio de la cual la empresa Chevron podía operar en territorio venezolano).

5 de marzo 2025: periodista Carla Angola comenta emocionada “los tentáculos de María Corina” desplegados para boicotear los resultados electorales del 28 de julio. El asesor político Carlos Blanco, reveló cómo la estrategia ultraderechista contó una red internacional de aliados y dispositivos tecnológicos que permearon el sistema electoral venezolano, desde el uso de antenas Starlink hasta conexiones con figuras influyentes en EE.UU.

El ministro Diosdado Cabello había denunciado la captura de dos mil quinientas de estas antenas, días previos al evento electoral del 28 de julio.

7 de marzo 2025: El Vicepresidente Sectorial de Política, Seguridad Ciudadana y Paz, Diosdado Cabello Rondón, durante su programa radial «Sin Truco, Mi Maña», señaló que la ultraderechista María Corina Machado quiere entregarle a Elon Musk las riquezas de Venezuela, «creando el mayor delito, traición a la patria», luego que Machado declarara públicamente el ofrecimiento al Gobierno de Estados Unidos de entregar los recursos petroleros de Venezuela, con la condición de que suspendiera la licencia a la empresa estadounidense Chevron.

El 6 de marzo 2025 en sesión de la Asamblea Nacional, el vicepresidente Pedro Infante, citó textualmente las palabras entreguistas por Machado a la elite gringa: “¡Olvídense de Arabia Saudita, olvídense de los saudíes! En Venezuela tenemos más petróleo y un potencial infinito. Vamos a abrir los mercados, vamos a sacar al gobierno del sector petrolero, vamos a privatizar toda nuestra industria”.

12 de marzo 2025: Edmundo González Urrutia y María Corina Machado presentaron en la Ceraweek 2025, conferencia energética internacional, sus ideas de privatizar absolutamente todos los recursos energéticos de Venezuela, que serían entregados al capital extranjero transnacional.

Marzo, 16 de 2025: Donald Trump expulsa a 261 venezolanos encadenados, apelando a una obsoleta Ley de Enemigos Extranjeros del siglo antepasado, que el gobierno de Nayib Bukele de El Salvador aceptó encarcelar, sin previo juicio ni sentencia, sometiéndolos a tratos inhumanos, crueles y degradantes. Se consuma otro atropello deleznable contra la venezolanidad en la perversa campaña imperialista de linchamiento moral contra nuestro país orquestada y ejecutada desde hace dos décadas para destruir la Revolución Bolivariana y crear las condiciones para descuartizar a Venezuela. Por supuesto la vocera del fascismo subalterno, María Machado y la pandilla pitiyanqui, salieron a apoyar el martirizante azote que están sufriendo las familias venezolanas afectadas, es decir, toda la Patria. Bukele convirtió a El Salvador en otra “base de Guantánamo”, pero a propósito, gustoso, servilmente, por seis millones de dólares y el placer que le produce cumplir órdenes del patrón imperialista. Es un caso escandaloso de fascismo subordinado.   

Este es el fascismo subalterno, del que venimos hablando, derivado de planes imperialistas trazados por Estados Unidos, que se afinca en el carácter dependiente de las naciones latinoamericanas, y es ejecutado por sectores subordinados a esos intereses extranjeros, para lo cual deben tomar el poder y hacer de cada presa capturada una neocolonia.

YLDEFONSO FINOL

 



[i] Aparece en las últimas páginas del libro EL FASCISMO SUBARTERNO (Monte Ávila 2025) como ALGUNOS TIPS DE MARIA MACHADO: PEÓN FASCISTA DEL IMPERIALISMO

miércoles, 1 de octubre de 2025

BOLÍVAR Y LA GUERRA POPULAR PROLONGADA

 




BOLÍVAR Y LA GUERRA POPULAR Y POLONGADA

Preámbulo

El Hofburg de Viena

“Aquellos días se celebraron bailes, carnavales, justas, que atrajeron al mundo elegante de Viena. Ninguno esperó con mayor ansiedad la apertura del Congreso que el Zar Alejandro de Rusia. Su participación en las guerras napoleónicas, cuando el frío de las estepas paralizó las armas en manos de las tropas francesas, hacía de él, el árbitro de Europa y del Congreso. Las dos figuras centrales en el manejo de la política de entonces fueron Talleyrand y Metternich. El último, alma del sistema emanado de Viena es considerado por los historiadores como el eje de la política en la primera mitad del Siglo XIX. Si el Zar Alejandro fue el inspirador del Congreso de Viena y el creador de la Santa Alianza, el príncipe Clemente Lotario de Metternich fue el árbitro entre emperadores y reyes, el defensor de la monarquía como el mejor y único sistema para gobernar a los pueblos, enemigo de las repúblicas como forma política y por ende el opositor de la naciente independencia americana; se creía entonces en Europa que las nuevas repúblicas eran la amenaza más seria para cualquier monarquía. Por ello la figura del Libertador no pasó desapercibida en los ambientes del antiguo continente, como lo prueban los vivas a Bolívar en las calles de París en la revolución del treinta, cuando Benjamín Constant lo critica por sus actos durante la dictadura. ¿Qué pensó el mismo Bolívar de la ideología de la Santa Alianza y de su oposición a la Independencia de Suramérica?” [1]

La hegemonía de la Santa Alianza, con Austria, Prusia, Francia, incluso Inglaterra, abanderadas por el victorioso Zar de Rusia Alejandro I, dejó atrás los tormentosos tiempos napoleónicos y abrió las puertas a las monarquías absolutistas, que no se resignaban a perder de sus dominios las tierras americanas, ni descuidaban los pasos del líder que inspiró la emancipación del Nuevo Mundo: Simón Bolívar.

Las rivalidades comerciales y otros recelos entre el cónclave conservador, restaurador del absolutismo, no impedían en mantener claridad común sobre considerar a la liberada América mestiza una amenaza, así que sobre los escritorios coronados siempre estaba marcado con íconos especiales el mapa de las nacientes repúblicas desprendidas en quince años de guerra.

De este lado del globo terráqueo, el hombre de mirada telescópica, también los observaba y, como era usual en su método exitoso de comprensión de la realidad internacional, consideraba todos los actores, todos los escenarios y todas las posibilidades para vencer.

 

I

Siglo XX

Era el año 1938 cuando el camarada Mao Zedong se explayó a exponer el tema de la Guerra Prolongada. Ya en 1936 había adelantado algunas apreciaciones en entrevistas concedidas a corresponsales extranjeros, pero básicamente sobre la particular Guerra de Resistencia que libraba el heroico pueblo chino bajo la conducción del glorioso Partido Comunista de China. [2]

Mao, el mismo que acuñó “del fusil nace el poder”, aclarando que es el Partido (Comunista de China) quien manda al fusil, también nos legó de la sabiduría de las luchas de su pueblo, que “es el Ejército (entendido como la Fuerza Armada en todas sus partes) es el principal componente del poder Estatal”, (p 303), y corresponde a la dirección político-militar la armonización táctica de las formas de la Guerra de Resistencia: sea de movimientos, adquiriendo modalidades guerrilleras, la guerra de posiciones, menos probable en estos casos de asimetría bélica y logística, pero no descartable en una fase de ofensiva final.

Nuestro Libertador lo supo cada instante de aquellos tres lustros de guerra inédita: “De la paz se deben esperar todos los bienes y de la guerra nada más que desastres”. [3]

Sólo la causa de la liberación contra un opresor extranjero que buscaba la subyugación del ser nacional, apropiándose del “suelo nativo” e imponiendo el colonialismo y la esclavitud (como nos había ocurrido aquí en Hispanoamérica por tres siglos), justificaba asumir la decisión extrema de ir a la guerra.

Mao habla de “guerra sin precedentes” refiriéndose a la que China libraba entra el imperialismo japonés, tal cual “sin precedentes” fue la gesta dirigida por Bolívar contra España a comienzos del siglo XIX.  Para el venerable líder histórico chino, los pueblos del mundo estaban atentos al desarrollo de esa guerra. Divide las opiniones entre dos bandos igualmente errados: los derrotistas (y entreguistas) que aseguraban que China sería inexorablemente tomada por Japón, dada su superioridad militar y otras ventajas de su poderío y debilidades de la Resistencia china. También estaban los optimistas (idealistas, superfluos) que, ante cualquier avance chino, apostaban por una victoria rápida y sin mayores esfuerzos.

El Gran Timonel se hace la autocrítica de no haber hecho la suficiente propaganda y ofrecido más explicaciones a los pueblos sobre la situación y sus posibles escenarios futuros. Critica fuertemente la falta de formación ideológica, porque ella constituye el espíritu de la Doctrina y la victoria. Mao no tiene duda sobre la victoria, pero sabe que será costosa, que ameritará todos los sacrificios. Siempre tuvo claro que había que dotar a la Guerra Prolongada de una dirección (estrategia) firme y bien definida; y unir todas las fuerzas posibles para “vencer a los abominables invasores”.  

La milenaria sabiduría china se presenta como majestuoso prólogo de las ideas del camarada Mao, quien nunca dudó en combinar el acervo ancestral de su pueblo con el marxismo-leninismo como filosofía política por excelencia de la revolución en el siglo XX: “La vía significa que habrá de preocuparse que el propósito del mando y el de las tropas sea el mismo, para que al compartir la vida y la muerte no se tenga miedo al peligro”. [4]

Un elemento vital de la guerra es la Doctrina Político-Militar que la justifica, explica y la orienta. Nunca será lo mismo una invasión militar imperialista que una guerra de liberación nacional.  Hay guerras y “guerras”, hoy las hacen desde salas tecnológicas como si se tratara de un juego de videos, donde artefactos sofisticados pero manejables (drones), en muchos casos desechables, “cazan” líderes o bombardean instalaciones con una precisión que no exageramos en calificar de exacta.

Pero es la conciencia del pueblo de la nación el primer campo de batalla. La propaganda y la formación ideológica siguen siendo insustituibles, es más, hoy resultan determinantes en los desenlaces de procesos históricos que conducen a la guerra. Por eso la “vía”, que es el alma de la Doctrina, debe fundir un solo sentimiento nacional en torno a la jefatura de la Guerra de Resistencia. 

Venezuela en este aspecto crucial es un país privilegiado: tenemos un pensamiento revolucionario por excelencia, que, a su vez, representa el mito fundante más interiorizado por las mayorías populares: el bolivarianismo. (Insistimos en la necesidad de un Plan Integral Nacional de Bolivarianizar la República)    

Nunca como hoy tiene vigencia lo afirmado por Bolívar en 1822 desde Quito: “Las enemistades entre naciones nacen del deseo de preponderancia y no del sistema de gobierno”. [5]

El afán del gobierno estadounidense en manos de fascistas ególatras, cuando ya al imperialismo no les basta poner en la presidencia a lobistas de sus empresas, sino que van ellos -los capitalistas monopólicos transnacionales- en persona a asumir el mando en directo, es una sintomatología de decadencia y desesperación por el cambio en la correlación de fuerzas a nivel internacional.

Y son tres los aspectos a tomar en cuenta en las conferencias de Mao sobre la Guerra Prolongada: 1) la cohesión interna del pueblo trabajador, los estratos medios y empresariales nacionalistas en torno a la estrategia de la vanguardia revolucionaria, 2) el máximo apoyo internacional, no sólo en términos logísticos sino en la formación de una opinión pública favorable a la causa de la liberación nacional, y 3) la correlación de fuerzas y el apoyo que logremos dentro del país imperialista invasor.

Es un tema para otro debate, pero Estados Unidos no sólo lanzó las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki por asombrar al mundo, también lo hizo para detener el movimiento revolucionario que se surgiría en Japón al influjo del triunfo comunista en China y el agotamiento de las clases populares de seguir pisados por la misma bota imperial que los sometió al hambre y al deshonor.

El presidente Ho Chi Minh declaró ante su pueblo como preámbulo a la resistencia antifrancesa: “En el pasado, solo luchábamos en el ámbito militar, pero hoy luchamos en todos los frentes: militar, económico, político e ideológico; por eso la gente la llama una guerra integral. La guerra hoy es compleja y extremadamente difícil. Sin usar toda la fuerza del pueblo en todos los aspectos para responder, no podemos ganar”. [6]

Siguiendo las enseñanzas de los maestros que desde lejanos países asiáticos nos legaron tanta virtud y valor, recordemos al mariscal Vo Nguyen Giap: “Desde el punto de vista material el enemigo era indiscutiblemente más fuerte que nosotros. Nuestras tropas recibieron, pues, la orden de combatirlo en todas partes donde tuviera guarnición, para debilitarlo e impedirle desplegarse demasiado rápidamente; seguidamente, cuando las condiciones llegasen a ser desfavorables para nosotros, replegar la mayor parte de nuestros efectivos hacia la retaguardia para preservar nuestras fuerzas con el objetivo de una resistencia prolongada”. [7] (Su prologuista Ernesto Che Guevara, en 1962, calificó la obra de Vo Nguyen Giap -muy al estilo bolivariano- como de una “actualidad permanente”)

II

En una carta de Simón Bolívar a Santander del 11 de marzo de 1825, El Libertador plantea el tema de la Guerra Prolongada y va más allá, al considerar el escenario -muy probable en esos días- de una invasión francesa apoyada en la llamada Santa Alianza: “Según el historiador inglés Robertson, la intervención de Francia en favor de España y contra la independencia hispanoamericana fue una posibilidad concreta debatida en el gabinete, y Chateaubriand en su nota al embajador francés en Madrid en 1823, consideró específicamente esta eventualidad.” [8]

La amenaza se había dejado colar desde un par de años cuando se estableció la fuerza conservadora llamada “Cien Mil Hijos de San Luís”, con la que Francia amenazaba reinstalar coronas afines en Europa e Hispanoamérica. Así que la eventualidad de una flota superior incluso a la de Pablo Morillo, no era una especulación en los círculos del poder europeo. La Santa Alianza era la base política de semejante incursión bélica, sostenida fundamentalmente por el poderoso zar de Rusia, Alejandro I.  

Lo que al comienzo de las especulaciones parecía un rumor, llegó a manejarse de manera oficial por Francia entre ministros y diplomáticos, lo que llevó al Libertador a concebir unos movimientos tácticos también en esos terrenos de la política internacional: “Francia y la Santa Alianza están resueltas a combatirnos a causa de nuestra democracia. Si el ministerio británico encontrare por conveniente para evitarnos una guerra, ofrecer a los aliados mis ideas políticas, como medio de impedir una ruptura de hostilidades y un principio de negociación, que lleve por objeto…la Independencia de América, modificada por gobiernos mixtos de aristocracia y democracia, Usted está autorizado por mí para instruir al gobierno británico de determinación (…) Todo esto en la suposición de que se considere…como inevitable la guerra -con Francia-, de otro modo no, no, no”. [9]

La presencia de la agresiva flota francesa, envalentonada por el poderío de las monarquías absolutistas restauradas y pactadas en la Santa Alianza, quedó plasmada para la historia en el humillante y expoliador pago impuesto a la República de Haití por 150 millones de francos como indemnización por los negocios en plantaciones y propiedades esclavistas perdidos por la elite gala en la guerra de independencia.

Mientras, en Europa el representante del Libertador, Ignacio Sánchez Tejada, hacía malabarismos diplomáticos entre la reticencia española apoyada con firmeza por Rusia y Francia- a reconocer la Independencia y establecer relaciones con las Repúblicas Bolivarianas, y la ligera posibilidad del apoyo del Vaticano y otros países menos influyentes, salvo Inglaterra que jugaba pragmáticamente a favorecer sus intereses comerciales.

Los años 1824 y 1825 el Libertador Bolívar andaba más que ocupado en consolidar un Ejército Unido para concluir la liberación del Perú y Alto Perú, fundar nuevas repúblicas, desarrollar instituciones, inventar y poner en ejecución políticas públicas que ayudaran a superar tres siglos de colonialismo. Pero también tenía que estar atento al movimiento geopolítico de Estados enemigos de la Independencia y aliados circunstanciales dispuestos a sacar la mayor tajada de su nula solidaridad y soberbia intromisión.

De manera que todo el año 1825 lo pasó Bolívar pendiente de los movimientos internos y militares de la Santa Alianza; para lo primero hizo mandar agentes secretos que se mantuvieran al tanto de todas las noticias de la Alianza y sus partes, y para lo segundo, no descuidó mantener aceitado el aparato de guerra de su Colombia original y de las recién liberadas naciones andinas, de las que aspiraba gratitud para con los sacrificios de la primera y consecuencia con su propia libertad. Tal vez algo de sosiego sobre este peligro inminente obtuvo al enterarse de la muerte del sostén de la Santa Alianza, el zar de Rusia Alejandro I, ocurrida el 1° de diciembre de aquel año, noticia que le llegó por lo menos un mes y medio después del suceso.

Al respecto, Bolívar tomó un punto a favor: “Se ha confirmado la muerte de Alejandro… Yo he considerado esta muerte como una fortuna para nosotros y que va a sernos muy útil… y, en fin, que podrá destruir la Santa Alianza, ya que no existe el alma que la animaba”. [10]

Sin embargo, Fernando VII restaurado por Francia en el trono, aspiraba que ésta le tornase sus antiguas colonias americanas a la gobernanza de España. por eso la máxima atención que Bolívar concentró en vigilar los cabildeos europeos y los barcos galos en el Atlántico.  

Salvo algunos detalles de otra índole también interesantes, nos concentraremos en el debate de la concepción de Guerra Prolongada y la previsión de la Guerra Universal manejadas en forma pionera por El Libertador frente a la amenaza de la invasión francesa con el patrocinio de la Santa Alianza.

Esta carta de Bolívar fechada en Lima, el 11 de marzo de 1825, analiza ampliamente esa posible invasión francesa y la guerra popular prolongada como única respuesta estratégica de las repúblicas recién independizadas, y esa guerra originalmente concebida por Bolívar en esta complicada telaraña geopolítica, abriría cauces a la Guerra Universal, dada la dimensión de los Estados (y sus colonias) e intereses geoeconómicos involucrados, que en su análisis llegaban hasta Turquía.

Decía Bolívar en esa carta donde se trata por primera vez el concepto de Guerra Prolongada: “Acabamos de recibir las comunicaciones del 6 de enero y del 27 y 28 de noviembre en Maracay del general Páez, en que anuncia la aproximación de fuerzas marítimas francesas a Venezuela. Todo esto es muy creíble en el estado de las cosas, siempre que sean genuinas las instrucciones dadas a Chasseriau por el ministro francés, en que le habla del empleo de la fuerza en caso de resistencia. Si la batalla de Ayacucho no contiene a los franceses, debemos prepararnos a una brillante guerra, digo brillante, porque sin duda, lo será a la larga; pero siempre muy costosa.” [11]

Bolívar se tomó muy en serio la potencial amenaza de la Santa Alianza, por eso encontramos documentos suyos muy importantes de finales de 1824 y todo el año 1825 refiriéndose a las diferentes movidas de las monarquías aliadas, y sus probables acechanzas concretas sobre nuestras frágiles pero aguerridas Repúblicas, al menos mientras tuviésemos un Jefe de la genialidad y entrega del Libertador Simón Bolívar, el único que entendía el carácter vital de la unidad de la ex colonias en una federación defensiva.

Desde el Sur se comprometía a movilizar 10.000 o 12.000 hombres dispuestos a marchar donde lo determinara el Gobierno, una vez que se dispusiera de su transporte desde el Istmo panameño hacia las costas de la fachada caribeña-atlántica de la Colombia original.

La alta moral de las tropas en general por los recientes triunfos de Junín y Ayacucho, insuflaban una disposición combativa al Ejército Unido que lo hacía capaz de enfrentar la fuerza que se le opusiera. Y Bolívar, como Jefe Militar de aquella nueva protagonista mundial recién nacida, con un prestigio ganado en quince años de lucha admirable, cuando la mayoría de esas elites europeas no creían en nuestra victoria, sentenció con irrefutable firmeza: Yo tomaré medidas capaces de auxiliar extraordinariamente a Colombia.

El Libertador estaba dispuesto a dar todos los pasos con tal de salvar a Colombia de los efectos destructivos de otra guerra cuando apenas salía de haber liberado al Perú y Alto Perú. Continuaba exponiendo sus ideas al vicepresidente sus ideas que no descartaban la simulación de devaneos diplomáticos y hasta acuerdos parciales que detuvieran o pospusieran la conflagración: “Yo creo que se debe hacer entender a la Francia que yo no estoy muy distante de prestarme a combinar nuestras ideas con las que tiene la Santa Alianza, y que por medio de mi influencia se puede lograr la reforma de nuestro gobierno, sin sacrificio de una guerra que debe decidir de la suerte del universo. En efecto yo no tengo el menor inconveniente en ponerme a la cabeza de una negociación que paralice las furias de los franceses en este momento. Aun cuando sacrifique mi popularidad y mi gloria, quiero salvar a Colombia de su exterminio en esta nueva guerra. Si salgo bien, quedaré contento, y si salgo mal, también, porque habré dado el último paso de salvación.” [12]

Como decimos en criollo, “mano zurda, mano derecha”, Bolívar no descartaba los escenarios políticos y diplomáticos mientras ordenaba sus medidas para preparar la guerra de resistencia. Sabía del desgaste sufrido por el pueblo estos quince años, y no se fiaba ni de los recursos provenientes de los ricos criollos ni de los auxilios de nuestros supuestos países amigos. Tal como repitió insistentemente toda su vida, la salvación de la Patria estaba muy por encima de su propia gloria.

El Libertador estableció cuatro elementos que podrían salvar la Independencia: “Yo creo que se puede salvar la América con estos cuatro elementos: primero, un grande ejército para imponer y defendernos; segundo, política europea para quitar los primeros golpes; tercero, con la Inglaterra; y cuarto, con los Estados Unidos. Pero todo muy bien manejado y muy bien combinado, porque sin buena dirección, no hay elemento bueno. Además, insto sobre el congreso del Istmo de todos los estados americanos, que es el quinto elemento.[13]

El instrumento principal de la estrategia era una grande y moralizado ejército, y era lo único que podíamos garantizar con nuestros propios esfuerzos, incluso trayendo tropa andina de la que venció en Ayacucho; porque si esta victoria esplendorosa no disuadía a la Santa Alianza de atacarnos, necesariamente debíamos mover todas las fichas del tablero, incluida la diplomacia pragmática de los ingleses y las pautas geopolíticas de los estadounidenses de no aceptar reconquistas europeas en este continente. No olvidemos que de este año 1825 es la definición más clara que Bolívar ofrece del concepto geoestratégico del Equilibrio del Universo, y que él no espero solidaridad de los anglosajones, sólo que en la confrontación con los otros poderes europeos, sin ninguna duda iba a requerir sino el apoyo por acuerdo de conveniencia, al menos evitar que estos factores apoyasen al enemigo concreto: la Santa Alianza representada en este caso por Francia.   

Le decía convencido a su interlocutor: “Crea Usted, mi querido general, que salvamos el Nuevo Mundo si nos ponemos de acuerdo con la Inglaterra en materias políticas y militares. Esta simple cláusula debe decirle a Usted más que dos volúmenes. Yo creo que Usted debe mandar inmediatamente a saber a Inglaterra qué se piensa en el gabinete británico en orden a gobiernos americanos.” [14]

Bolívar estaba en Lima, tratando de dotar aquellos países de una institucionalidad no colonial, es decir, estaba creando para Perú y Bolivia gobiernos fuertes, estables, justos, inclusivos. Pero le urgía saber qué se estaba pensando en los círculos ingleses, por eso decía sobre el último subrayado nuestro: “estas dos líneas merecen una inmensa explicación que no puedo dar por la distancia y por la inseguridad de las comunicaciones escritas.

Sobre el enfrentamiento propiamente dicho, el Libertador tenía una concepción muy particular y original: “En fin, con todo lo que he dicho antes de ayer y hoy, puede entender el espíritu que yo tengo para lograr paralizar la invasión francesa. Yo creo que toda resistencia que se les haga a esos señores de frente al llegar, es destructiva para nosotros. Puerto Cabello y Cartagena, deben ser defendidos a todo trance, y meterles 6 u 8.000 hombres a cada uno, no debiendo haber ningún inconveniente para suministrarles víveres, debiendo tener nosotros favorables a los ingleses y americanos (cálculo optimista en base a los intereses opuestos de estos dos países con la Europa continental) que protegerán a nuestros convoyes por mar, en todo caso. El territorio que se evacue, debe cubrirse por guerrillas y mandadas por oficiales muy determinados. Nuestra guerra activa no debe comenzar sino uno o dos años después que el ejército francés esté casi destruido. Lo que se llama guerra de posiciones es inútil con ellos; porque son muy atrevidos, y con su artillería hacen prodigios. La guerra de Rusia y la de Haití, debe servirnos de modelo en algunas cosas; pero no en el género horrible de destrucción que, adoptaron, pues, aunque allí fue útil, aquí no sirve para nada, porque lo que se destruye es inútil a todo. Los franceses recibirán refuerzos de fuera, y nosotros no recibiríamos otros que los de casa. Además, cuando el país se destruye, el enemigo lo evacúa, y el amigo perece en élEn una palabra, lo que se destruye es nuestro y ya nos queda poco por destruir.” [15]

La experiencia le enseñaba que, en un caso como este, de enfrentarse a un enemigo poderoso que llegaba por el mar: “debemos saber perder al principio para saber ganar después. Dejémosles a los enemigos las costas porque son enfermizas y las que deben utilizar los ingleses y americanos. Muy a lo interior debemos hacer nuestra defensa: primero, porque los alejamos de sus bases de operaciones que es la costa; segundo, porque es más provisto de víveres, más sano de temperamento, y al llegar a tanta distancia sus fuerzas deben haberse disminuido mucho. Además, debemos dar tiempo a nuestros aliados, si los tenemos, a que se armen y los utilicen de concierto con nosotros.[16]

En base a estas convicciones concluyó que: “a los franceses se les vence muy fácilmente con las demoras, las privaciones, los obstáculos, el clima, el fastidio, y cuanto trae consigo una guerra prolongada. Pero al contrario son invencibles en el ataque, en el asalto y en cuanto lleva por divisa la prontitud. Todo esto es muy sabido, pero no debemos olvidar lo sabido”. [17]

En carta anterior, El Libertador ya olfateaba las posibles intenciones reaccionarias de la Santa Alianza, y demarcó nítidamente los intereses que cada uno representaba en el tablero de la lucha mundial por quienes pretendían sostener el establecimiento monárquico colonialista y quienes luchábamos por la utopía de la independencia y la igualdad, reconociendo que debíamos elevarnos a las capacidades de seguridad política y estabilidad que representaba la Santa Alianza: “La diferencia no debe ser otra que la relativa a los principios de justicia. En Europa todo se hace por la tiranía, acá por la libertad…ellos sostienen a los tronos, a los reyes; nosotros a los pueblos, a las repúblicas; ellos quieren la dependencia, nosotros la independencia… La opresión está reunida en masa bajo un sólo estandarte, y si la libertad se dispersa no puede haber combate”. [18]

Bolívar hace mucho énfasis en utilizar todos los elementos de propaganda, hasta los religiosos, en el sentido de contraponer al clero criollo contra los “herejes” franceses.

Para Bolívar lo principal, y lo que en cierta forma lo descolocaba, era que habiéndose sabido en Europa el triunfo patriota de Ayacucho y la terminación de la guerra en América, los franceses emprendieran sus operaciones contra nosotros. El Libertador llamaba a prepararnos “para sostener la contienda más importante, más ardua y más grande de cuantas han ocupado y afligido a los hombres hasta ahora. Esta debe ser la guerra universal. Estas son mis razones: la Francia, suponiéndonos ocupados en el Perú, y poseyendo en el Brasil un gran poder auxiliar, ha podido pensar distraernos con operaciones falsas, o ciertas”. [19]

Si la iniciativa era puramente francesa, la victoria de Ayacucho debía persuadirla de parar todas sus conspiraciones. Pero si después de una batalla tan decisiva en el orden americano (y español), los Santa Alianza insistiera en su plan de hostilidad, y desoyesen igualmente nuestras proposiciones políticas, es una prueba evidente de que el plan definitivo es librar en una contienda general (Guerra Universal) el triunfo de los tronos contra la libertad. Esta lucha no puede ser parcial de ningún modo, porque se cruzan intereses inmensos esparcidos en todo el mundo. Desde luego, todo nuevo hemisferio queda de hecho comprometido, la Inglaterra con sus colonias e influencias en las tres partes del mundo, y por auxiliar a esta contienda tenemos el espíritu constitucional de los pueblos de Portugal, España, Italia, Grecia, Holanda, Suecia y el imperio Turco, por salvarse de las garras de la Rusia. Los aliados tendrán a todos los gobiernos del continente europeo, y, por consiguiente, a sus ejércitos. Así el fin de este litis político y militar depende de tales combinaciones y sucesos que ninguna probabilidad ni penetración humana puede señalarle el término final. Luego podemos concluir por mi proposición de prepararnos para una lucha muy prolongada, muy ardua, muy importante. El remedio paliativo a todo esto -si se encuentra- es el gran congreso de plenipotenciarios en el Istmo, bajo un plan vigoroso estrecho y extenso, con un ejército de 100.000 hombres a lo menos, mantenido por la confederación e independiente de las partes constitutivas. Además de las chucherías de una política refinada a la europea, una marina federal, y una alianza íntima y estrechísima con la Inglaterra y la América del Norte. Después de esta guerra horrible, en que quedaremos asolados, sacaremos por toda ventaja gobiernos bien constituidos y hábiles, y naciones americanas unidas de corazón y estrechas por analogías políticas, a menos que quede nuestra nueva Grecia como la vieja después de la guerra del Peloponeso, en estado de ser conquistada por un nuevo Alejandro, lo que tampoco se puede prever ni adivinar.” [20]

Así quedó para la Historia esta incursión conceptual bolivariana en la definición de Guerra Popular Prolongada; hubo otras cartas como la del 27 de octubre, donde Bolívar se muestra inquieto por la falta de precisión en la información que le trasmite Santander, que sólo le habla de cosas burocráticas, a pesar que ya él sabe de un desembarco importante (cerca de 6 mil franceses en La Habana).

Los conceptos de Pueblo y soberanía según Bolívar ya habían sido expuestos años antes, parte de las razones porqué las oligarquías se opusieron a su proyecto de una nueva sociedad “Esos señores piensan que la voluntad del pueblo es la opinión de ellos, sin saber que en Colombia el pueblo está en el ejército, porque realmente está, y porque ha conquistado este pueblo de mano de los tiranos; porque además es el pueblo que quiere, el pueblo que obra y el pueblo que puede; todo lo demás e gente que vegeta con más o menos malignidad, o con más o menos patriotismo, pero todos sin ningún derecho a ser otra cosa que ciudadanos pasivos. Esta política, que ciertamente no es la de Rousseau, al fin será necesario desenvolverla para que no nos vuelvan a perder esos señores...Piensan esos caballeros que Colombia está cubierta de lanudos, arropados en las chimeneas de Bogotá, Tunja y Pamplona. No han echado sus miradas sobre los caribes del Orinoco, sobre los pastores del Apure, sobre los marineros de Maracaibo, sobre los bogas del Magdalena, sobre los bandidos de Patía, sobre los indómitos pastusos, sobre los guajibos de Casanare y sobre todas las hordas salvajes de África, de América, que, como gamos, recorren las soledades de Colombia.” (De una carta de Bolívar a Santander del 13 de junio de 1821, rumbo a Carabobo)

Fue así como nuestro amado Libertador Simón Bolívar habló de la Guerra Prolongada ciento trece años antes que el venerable camarada Mao.

Yldefonso Finol

Estudiante Bolivariano



[1] José Arboleda, SJ: Bolívar y la Santa Alianza. UNIV. HUM. Bogotá. Vol. 15, Nº 26-Jul. -Dic. 1986

[2] Para este artículo estaré utilizando como fuente la selección de escritos militares de Mao Tse Tung, una Primera Edición de 1967 de Ediciones en Lenguas Extranjeras.

[3] Simón Bolívar: carta a Tomás de Heres, Pativilca, 9 de enero de 1824

[4] Sun Tzu: El Arte de la Guerra, Editorial Elektra, 1993, p 27

[5] Bolívar en carta a Santander, Quito, 6 de diciembre de 1822

[6] Ho Chi Ming: https://www.vietnam.vn/es/tu-tuong-ho-chi-minh-ve-chien-tranh-toan-dan-coi-nguon-suc-manh-dai-thang-mua-xuan-1975-y-nghia-trong-nhiem-vu-bao-ve-to-quoc-hien-nay

[7] Vo Nguyen Giap: Guerra del Pueblo, Ejército del Pueblo. Primera edición popular, 1971. Prólogo de Ernesto Che Guevara. pofile:///C:/Users/Yldefonso%20Finol/Desktop/Guerra_del_pueblo_ejrcito_del_pueblo-K.pdf

[9] Simón Bolívar, Carta a Manuel José Hurtado, Lima, 12-03-1825

[11] Simón Bolívar: carta del 11 de marzo de 1825 desde Lima al vicepresidente F. P. Santander en www.archivodellibertador.gob.ve

[12] Idem

[13] Idem

[14] Misma carta

[15] Idem

[16] Idem

[17] Idem

[18] Carta a Santander del 23 de febrero de 1825

[19] José Arboleda, Ob. Cit. p 164

[20] Misma carta a Santander del 11 de marzo de 1825