viernes, 2 de septiembre de 2022

UN DIPLOMADO TRIVERGATARIO: VIDA Y OBRA DE SIMÓN BOLÍVAR


 

UN DIPLOMADO TRIVERGATARIO: Vida, Obra y Pensamiento de Simón Bolívar

I

El Centro de Estudios SIMÓN BOLÍVAR ha convocado este diplomado que, en mi opinión, es la iniciativa más importante del siglo para la formación de una ciudadanía patriótica con vocación revolucionaria para encarar el cambio civilizatorio que transita la humanidad.

Hemos repetido sin cansarnos (pero casi seguro resultándole fastidiosos a otros) que la revolución no puede llamarse bolivariana si no forma a su militancia en la doctrina del Libertador. Esto es una obligación constitucional para toda la república según reza el Artículo Primero de la Carta Magna más democrática y progresista de nuestra Historia Patria.

Conocer y defender -además- la épica nacional, es una obligación de carácter moral, porque somos el pueblo con el pasado más glorioso que nación alguna aspiraría a tener, toda vez que parimos al Precursor de la Emancipación Hispanoamericana Francisco de Miranda y al Libertador Simón Bolívar que concretó como jefe político-militar la aspiración más significativa de una época que cambió el curso de la historia universal; y fuimos el pueblo hecho ejército que salió a liberar, no a conquistar países, sin traernos ni un gramo de plata del Potosí ni una pieza de oro de Lima, Quito o Bogotá. No existe en ningún museo de Venezuela una pieza arqueológica o artística robada a nación alguna de las que ayudamos a hacer independientes. Esa mística, esa épica, la encarnaron Antonio José de Sucre, Rafael Urdaneta, Pedro León Torres, José Laurencio Silva y muchos próceres fieles del Genio de América Simón Bolívar.

Pero esta veneración que convoco a compartir con vehemencia, no se queda en el culto de los mármoles y elitistas rituales enclaustrados, ni en la pedante autocomplacencia de la erudición ociosa, muchas veces al servicio de aristocracias que saben manosear los egos con dádivas lisonjeras; para nada, todo lo contrario; el llamado a relanzar el bolivarianismo es un reclamo de aquella herencia sagrada que no supimos honrar con la altivez y eficacia que permitieran la consolidación del pensamiento emancipatorio por excelencia de nuestra nacionalidad, y la concreción del modelo de sociedad contenido en la Doctrina Bolivariana de ruptura anticolonial, “igualdad establecida y practicada”, máxima justicia social y desarrollo de la ética como pauta de modelaje societario.

El pensamiento bolivariano no es un asunto del pasado ni debe confundirse con una antología de “frases célebres” para recordar mecánicamente en las efemérides. No es una lectura aburrida, no es una filosofía enmarañada, no es un recetario ni una fórmula mágica. El bolivarianismo (o bolivarismo) es ante todo una lección de vida para emular lo más altruista y atrevido del ser humano. Es un mensaje retador y estimulante. Es un aliciente para hallarle sentido a una vida de servicio por el bien común.

¿Sabían que el bolivarianismo es el ambientalismo pionero a nivel mundial que recoge -y se basa- en el ecologismo profundo de los pueblos originarios de nuestro continente?

¿Sabían que la construcción de ciudadanía es un elemento permanente en las disquisiciones que el Libertador propone en sus múltiples legados escritos?

¿Sabíamos que Bolívar fue un defensor de los derechos de los pueblos originarios y los afrodescendientes?

¿Conocíamos que el Libertador consideraba la amistad y el amor como los tesoros y energías más poderosas y bellas del ser humano?

¿Nos enteramos por alguna vía que ese famoso guerrero que condujo ejércitos victoriosos por miles de kilómetros, muchas veces casi sin recursos, era un hombre jovial, comedor de arepas y sancochos, que cantaba para animar las marchas y se detenía a conversar con soldados humildes como si fueran sus hermanos?

¿Creeríamos que Bolívar disfrutaba muchísimo bailando y hacía gala de un humor exquisito?, como cuando despachó con un refrán jocoso la jugada de algunos caudillos que querían disputarle la jefatura patriota so pretexto de rescatar la Constitución de 1811 bajo un gobierno provisorio triunviral: “ha durado tanto como el cazabe en caldo caliente”, dijo sobre el llamado Congresillo de Cariaco en 1817.  

Bueno, para allá es que vamos con este Diplomado tan pertinente como urgente, porque es necesario, porque llena un vacío que no debió dejarse formar; urgente porque no hay más tiempo que perder. La realidad mundial que asoma desmoronamientos estrepitosos nos obliga a amalgamar lo más sólido y vigoroso de nuestras reservas morales: eso precisamente representa el bolivarianismo.

II

El Diplomado está repartido en los siguientes Módulos: Enfoque teórico-metodológico: historia insurgente; Primera y Segunda República; República de Colombia; Campaña del Sur; Doctrina Política del Libertador; Patrimonios bolivarianos (inventario mundial de manifestaciones materiales e inmateriales inspiradas en el Libertador).

El mismo debe ser punta de lanza de un modelo de formación política revolucionaria para llevar el estudio de Bolívar en todos los territorios y todas las comunidades: escuela de cuadros y pueblo organizado para la confrontación de ideas y la resistencia prolongada a la guerra mutante que nos acecha desde las hostiles potencias imperialistas.

Funcionaremos como círculos de lectura, buscando generar la articulación militante a través del referente ideológico de las luchas emancipatorias, desde la visión de la historia insurgente como enfoque en construcción que parte de reconocer la preexistencia originaria, en contraposición de la llamada “historia oficial” que es la perspectiva historiográfica hegemónica impuesta durante la república burguesa dependiente que hoy nos empeñamos en superar con el socialismo bolivariano.

Esto significa superar el pensamiento filosófico de la Ilustración, desmitificando los dogmas alienantes del proceso colonizador-evangelizador de dominación eurocéntrica; entendiendo la asimetría entre esa historia hegemónica decadente y la historia insurgente construida por el saber colectivo, diverso y pluricultural.

De allí la importancia de incorporar al debate la descolonización de las conciencias, provocando una ruptura epistemológica con los patrones impuestos del universo sentipensante eurocéntrico, legitimador del supuesto supremacismo racial y civilizatorio.

La resistencia de los pueblos originarios es ejemplo y escuela donde beber la savia de ese nuevo paradigma liberador, complementado con el pensamiento revolucionario de Simón Rodríguez, y los continuadores del bolivarianismo en los siglos XIX, XX y XXI.

Construir un pensamiento original para Abya Yala, ese continente latinoamericano y archipiélago caribeño, unido en causa trascendente de liberación, implica pensar la lucha por la Independencia no exclusivamente desde las expresiones de la elite ilustrada de los inicios del siglo XIX, si no reconocer que viene de la resistencia desigual que los pueblos originarios libraron contra la invasión europea desde 1492 hasta la actualidad.

Por eso este Diplomado tiene como objetivo estratégico evitar que se asesine la memoria de los pueblos como estrategia hegemonista del capital transnacional: luchar simultáneamente contra los mitos opresores del espíritu que impuso la Colonia, y los sofisticados mecanismos contemporáneos de neocolonialismo y recolonización en la era del imperialismo.

III

Comprender la verdadera esencia y vigencia de la Doctrina Bolivariana, también se traduce en despersonificar la figura de Bolívar como el único liderazgo, inalcanzable y sobrenatural. Consideramos sí, que el pensamiento de Bolívar, rescatado por Chávez en los umbrales del presente siglo, es el arma ideológica para que se multiplique el heroísmo cotidiano de nuestra gente en cada rincón donde haya que defender nuestra soberanía, nuestra libertad, nuestros derechos, nuestro honor patrio, nuestro buen vivir, nuestros sueños por una mejor humanidad, nuestro bien común, nuestra felicidad colectiva.

Nos proponemos combinar sin prejuicios lo académico y lo espontáneo, haciendo énfasis en la AUTOFORMACIÓN, compartiendo conocimientos con respeto y apoyo muto, promoviendo el hábito de la lectura y la escritura, sin menospreciar el uso de las nuevas formas tecnológicas de difusión y comunicación, repensando lo sabido y lo investigado, en sistematizaciones diversas, sin esas ortodoxias metodológicas paralizantes.

Conscientes de la diversidad de niveles de formación existentes en una plantilla exitosísima de más de diez mil personas inscritas en todo el país, más otras de diecinueve países hermanos que se han animado a participar, sugerimos aplicar aquella máxima marxista “DE CADA QUIEN SEGÚN SU CAPACIDAD, A CADA CUAL SEGÚN SU NECESIDAD”, para acelerar la igualdad de logros en la comunidad de aprendizaje global.

Bolívar se vuelve comunero, vecino, compañero de trabajo, familiar cercano, que seguro nos deleitaremos escuchando sus crónicas y chistes, nos conmoveremos oírle hablar de sus desdichas, su orfandad, su viudez precoz, sus tristezas ante la traición y la calumnia. Pero sobretodo nos fortaleceremos aprendiendo su método de análisis predictivo, su permanente esfuerzo como hombre estudioso, su interés permanente por la geopolítica mundial, su amor por la literatura y las matemáticas, sus reflexiones humanistas, su ejemplo de buen ciudadano y mejor servidor público.

Vamos en unidad a recopilar las creaciones sobre Bolívar, incluido el riquísimo imaginario popular, inventariar los talentos de las comunidades, para ese gran ejército creador que requerimos en la lucha cognitiva, la que se lleva el campo de batalla a la mente, a lo subjetivo, a la emocionalidad. Está a la vista la insuficiencia de la racionalidad para explicar los procesos sociales y culturales. Los grupos que apetecen eternizar sus privilegios manteniendo y reproduciendo la opresión globalizada, lo entendieron hace tiempo y vienen ejerciendo un milmillonario despliegue de recursos para controlar el alma del género humano.

Por ello debemos consolidar saldos organizativos y cualitativos en la formación militante, llenar el vacío de la falta de debate entre iguales, crear colectivamente esos contenidos capaces de convocar las juventudes a la causa más humanitaria de la contemporaneidad: el antiimperialismo.

En el Diplomado sobre la gesta de Simón Bolívar y sus camaradas, estamos interpelados por la historia para diseñar un discurso, UNA NARRATIVA LIBERADORA DESDE LO BOLIVARIANO, lo que consecuentemente nos lleva a ejecutar un plan de acción desencadenante de múltiples realizaciones transformadoras.

Cada participante es responsable de su plan de autoformación, y el colectivo es su equipo de apoyo; los inventarios patrimoniales que iniciaremos de inmediato, serán a la vez hilos para tejer la red de cooperantes en la consecución del éxito comunal.

Para estructurar el movimiento diplomante, nos valdremos de INSTANCIAS como las comunidades de autoformación, actuantes como sesiones bolivarianas de orientación pedagógica, con el intercambio de saberes para dar paso a las fases de análisis y síntesis resultantes.

Nos entreayudaremos con equipos de sistematización, llevando cada cual su diario de incidencias cotidianas (especie de libro diario usado en contabilidad) hasta redondear el informe de aprendizaje a nivel grupal.

En cada estado del país, en cada municipio y así sucesivamente en cada unidad territorial, habrán enlaces que facilitarán el flujo de información a los vasos comunicantes de este amplio sistema de flexibles líneas verticales y horizontales, transversalizadas por los principios constitucionales de la democracia participativa y protagónica, donde lo jerárquico y unidireccional dejan de ser determinantes, porque la garantía del triunfo está en la conciencia y disciplina colectivas construidas desde la propia conceptualización del Diplomado por el CESB: el carácter voluntario/militante y comunitario/solidario del programa.

Apelo al epígrafe de León Felipe para ilustrar desde la poesía este tipo de encuentros altruistas: “porque no es lo que importa llegar primero y a prisa, sino llegar con todos y a tiempo”.

¡Enhorabuena, Libertador!

 

Yldefonso Finol

 

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