miércoles, 26 de marzo de 2025

BUKELE CRIMINAL TRIPLE TRAIDOR

 


Bukele

En el Viejo Testamento Nayib Bukele hubiese sido Caín. En el Nuevo, Judas, sin ninguna duda. Durante la invasión a Abya Yala por el reino de Castilla, Bukele sería Torquemada, el inquisidor, aplicador de tormentos horribles, adicto a la hoguera para eliminar conversos, siendo él mismo descendiente de alguno de ellos.

Es que Nayib Bukele es el campeón de la traición, y ahora quiere serlo del servilismo. Es un señor feudal dispuesto a darle todo al Rey con tal de ser invitado al castillo.

En el cine lo veríamos haciendo el papel de Scar en El Rey León; en la saga Harry Potter se camuflaría de mascota para urdir el zarpazo que dejó huérfano al niño mago, sería el cobarde arrimado Peter Pettigrew, la rata.

Bukele traicionó a sus raíces. Traicionó a su padre, Armando Bukele, quien siempre se pronunció a favor de la causa Palestina, su patria ancestral. El doctor Armando Bukele era un crítico de los autoritarismos, y simpatizó con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, habiendo cosechado una estrecha amistad con el líder Schafick Handal. 

El doctor Armando Bukele abogaba por mantener buenas relaciones con Cuba y Venezuela, así como por una justa distribución de la riqueza en el mundo, y en su país El Salvador, contra la avaricia de las cúpulas tradicionales. Su hijo ha hecho todo lo contrario.   

Nayib se valió de esa relación para colarse (como Peter Pettigrew) en las candidaturas del FMLN a los cargos que ocupó antes de abrir tienda aparte y hacerse presidente con un discurso demagógico fascistoide. 

Pero el descendiente de palestinos incurre en la peor traición al hacerle coro al sionismo genocida que está exterminando al pueblo árabe originario del cual viene su familia y su apellido, y aliarse con el fascista Milei que hace apología del más cruel etnocidio que hayamos presenciado. Nayib Bukele se solaza en la carnicería que Israel ha desatado en Gaza.

Este Bukele narcisista patológico y corrupto que se está apoderando de las mejores tierras y negocios del Salvador, es un cómplice desvergonzado de los enemigos históricos de la humanidad: los imperialistas, fascistas y sionistas.

Su sueño de hoy es que Trump lo invite a los hoteles de lujo que el magnate megalómano proyecta construir sobre ese reducto de la dignidad humana en resistencia que es la franja de Gaza, donde el invasor israelita acaba de reiniciar bombardeos a pesar de estar vigente un alto al fuego. Niñas, niños, mujeres, trabajadores humanitarios, son las primeras víctimas de tan vil ensañamiento.

¿Qué se puede esperar de un personaje de esta calaña?

Si traicionó al FMLN que le abrió el camino de la política, traición a su padre y a sus orígenes, ¿qué nos puede extrañar que sea capaz este lamezuela de los gringos y los sionistas?

Bukele convirtió El Salvador en otra “base de Guantánamo” (con perdón de los hermanos cubanos que no cesan de exigir su territorio ocupado ilegalmente por la potencia norteña); un país soberano que mucho ha sufrido haber conquistado soberanía y un poco de democracia, luego que los ejércitos y escuadrones de la muerte subordinados a Estados Unidos provocaran décadas de masacres y terrorismo de Estado que el mundo conoció y recuerda, por su virulencia, fanatismo y crueldad.

Bukele ahora es compinche de los asesinos de Monseñor Romero, socio de quienes masacraron al campesinado indígena en 1932, anfitrión de los discípulos de Posada Carriles.

Por seis millones de dólares convalida el crimen de lesa humanidad al estigmatizar un gentilicio que brilla en la historia universal como sinónimo de heroísmo y libertad; accede -por miserable agiotista- a encarcelar personas que no han cometido delito en El Salvador, ni en el país que los expulsó encadenados sin haberles procesado debidamente, mucho menos condenado legítimamente.

Bukele se ha hecho reo de su propia infamia. El festín morboso que le excita la vanidad obsesiva que padece, se le revertirá como escupitajo y zapatazo en su alma traicionera, lanzados por los cientos de miles de espíritus que lo ven desde el cielo palestino.

Y se secará.

 

Yldefonso Finol    

TRUMP, BUKELE Y LA MALDICIÓN DE MALINCHE


 

Trump, Bukele y la “maldición de Malinche”: regresión al colonialismo bestial

 

Una práctica aplicada en la estrategia de colonización de los territorios invadidos fue aquella de enviar a las colonias personas que cumplían alguna pena impuesta por el sistema de justicia imperial; igual desterraban a esas tierras de ultramar a reos por delitos comunes, que a perseguidos por sus ideas políticas, religiosas, científicas, artísticas, consideradas proscritas por las monarquías; también a quienes estuviesen endeudados con algún señor que cobraba esclavizando a la víctima (engagé, le decían en francés, eufemísticamente “voluntario”, “comprometido”), y hasta por discriminación interétnica y de clanes.

Esta referencia historiográfica no roza siquiera a los venezolanos secuestrados en El Salvador por órdenes de Trump y sumisa complicidad de Bukele, porque ni son reos de delito alguno, ni preceden juicios ni sentencias que los condenasen; al contrario, tribunales estadounidenses se han pronunciado contra la extravagante medida del gobierno: ninguna voz en los organismos multilaterales y ONGs ultrademocráticas se ha levantado para acusar la transgresión a la sacrosanta separación, independencia y colaboración respetuosa entre los poderes públicos.

Pero hemos traído al debate esa práctica colonialista, para puntualizar que estamos en presencia de un retrógrado proceso de reproducción de aquellos sistemas de bestial opresión que suponíamos superados por la humanidad.      

El otro elemento del colonialismo que se concatena con lo anterior, es el uso de cipayos, es decir, soldados locales de la colonia que actuaban contra su propio pueblo a las órdenes del régimen invasor (muy típico del colonialismo inglés en la India). Esta conducta, corresponde a la actitud servil, de máxima subordinación en lo tocante al espíritu rastrero, que se define con la palabra lacayo.

Maldición de Malinche se cantó en Nuestra América con Gabino Palomares y Amparo Ochoa para describir este comportamiento.

Lacayismo extremo que los fascistas con cédula venezolana vienen padeciendo hace dos décadas: “Ese problema migratorio, que ya es un problema de la región, se ve acompañado por otros problemas como crimen organizado, militarismo, paramilitarismo, tráfico de drogas, incluso el tema del terrorismo. De tal manera que Venezuela hoy es el foco de la inestabilidad y de todo lo que significa la degradación social, que puede ser una enfermedad contagiosa en toda América Latina.” (abril de 2017: Julio Borges, promotor de las “sanciones” y coyote de la migración masiva, beneficiario del robo de activos nacionales en el exterior).

La vocera del fascismo subordinado al imperialismo gringo, María Machado, apoya descaradamente el trato degradante dado a los venezolanos diciendo “que es un mensaje poderoso contra quienes atentan contra la seguridad de Estados Unidos”. (Malinchismo elevado a la enésima potencia cuando “n” tiende a infinito)

Trump y Marcos Rubio han apelado a una fantasmal Ley sobre Enemigos Extranjeros del 6 de julio de 1798, cuando ese país era una franja atlántica que medía la quinta parte del territorio que hoy ostenta; pero, siendo inaudito que se pretenda darle un carácter extraterritorial a esta cosa caduca, la misma sería inaplicable porque no están presentes los supuestos que en su propio texto expone para ser invocada: “cuando haya una guerra declarada entre los Estados Unidos y cualquier nación o gobierno extranjero, o si se perpetra, intenta o amenaza una invasión o incursión depredadora contra el territorio de los Estados Unidos por parte de cualquier nación o gobierno extranjero, y el Presidente de los Estados Unidos haga una proclamación pública del evento, todos los nativos, ciudadanos, residentes o súbditos de la nación o gobierno hostil, siendo varones de catorce años en adelante, que se encuentren dentro de los Estados Unidos y no estén naturalizados, serán susceptibles de ser aprehendidos, retenidos, asegurados y expulsados como enemigos extranjeros.”

¿O será esta la confesión de parte del gobierno de Estados Unidos de que en verdad le está haciendo la guerra a Venezuela, hecho que hemos denunciado reiteradamente como guerra híbrida y que ciertas opiniones frígidas creen una exageración?

No han bastado más de mil medidas coercitivas unilaterales atentatorias contra nuestra soberanía y dañinas a nuestra población; la más reciente, un arancel punitivo a nivel planetario al petróleo y otros bienes exportados por Venezuela.

Estarían cayéndose las caretas de quienes han sido silentes testigos de estos desmanes, y poniéndose en evidencia la complicidad de los que voltean la mirada. (¿Les suena: cuando vinieron por los venezolanos no dijimos nada…?)

Bukele ha asumido su condición de alcaide de una factoría neocolonial que remeda los métodos brutales del viejo colonialismo, y los sucesos abominables de Abu Ghraib y la base de Guantánamo, que usurpa e infesta Estados Unidos en el sagrado suelo cubano.

El Estatuto de Roma califica en su Artículo 7° estos crímenes de lesa humanidad como los actos que se cometan “como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil: deportación o traslado forzoso de población; encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales de derecho internacional; tortura; persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género… desaparición forzada de personas.”

Muchas voces se han levantado contra esta violación horrenda a la dignidad humana. El 25 de marzo se realizó una jornada mundial de solidaridad con la Revolución Bolivariana y nuestros migrantes criminalizados injustamente. Los culpables de estos crímenes de lesa humanidad están siendo juzgados por la ciudadanía decente de todas las naciones. Y la historia nunca los absolverá.  

El Pueblo y Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela jamás abandonaremos a nuestros compatriotas. El Presidente Nicolás Maduro es el único en el mundo con un plan sistemático e integral de Vuelta a la Patria. Daremos la pelea legal, diplomática y política hasta lograr este objetivo supremo, de honor, de justicia. ¡Lo juramos! ¡Y venceremos!

Yldefonso Finol    

 

lunes, 20 de enero de 2025

LOS MATONES ANTIVENEZOLANOS QUIEREN GUERRA

 

Los matones antivenezolanos quieren guerra

Nuevamente coinciden dos matones neogranadinos en arengar una guerra contra Venezuela: Uribe, el paraco mayor, lo aúlla en la frontera; Santos, el ministro de defensa que bombardeó Ecuador, lo escribe en carta pública. (Un puñado de malnacidos con cédula venezolana -pero con alma y pasaporte colonial- los secundan).

Pregunta: ¿la legislación del país vecino permite este tipo de llamados belicistas, así no más?

En 2017 un abogado uribestia publicó un artículo llamando a matar al Presidente Nicolás Maduro. https://www.alainet.org/de/node/186720

Pregunta: ¿cómo se logra la “paz total” con los matones predicando impunemente su belicosa religión necrofílica?

Unos días después del gravísimo acto de Álvaro Uribe en Cúcuta pidiendo una invasión militar extranjera contra Venezuela, estalla otra crisis de violencia en la zona limítrofe del Catatumbo, provocando la enésima afluencia masiva de personas expulsadas desde Colombia hacia nuestro país (mucho guillo). La guerra interna continúa haciendo estragos en la sociedad colombiana, con cientos de miles de víctimas mortales tras seis décadas, más desapariciones que en las dictaduras del Cono Sur, y terribles violaciones de Derechos Humanos que reproducen la perversa imaginación nazi-fascista o nazi-sionista.

Paradoja: en el discurso dominante de la mediática pro-imperialista, el llamado “sistema interamericano”, el campo otanista promovido como “comunidad internacional”, Colombia ha sido exhibida como un “modelo de democracia”.

La economía privilegiada por el crimen transnacional (drogas, armamentismo, tráfico y trata de personas) está perfectamente insertada en el mercado global controlado por las agencias conspirativas estadounidenses y asociados. Los carteles del narcotráfico y sus guardias pretorianas en el terreno, en ese gran portaviones gringo que va del Chocó a Tumaco y del Casanare al Catatumbo, cuentan con los avales de una oligarquía añejamente antivenezolana, misma que ambiciona estratégicos espacios geográficos -y los recursos- de nuestra Patria. https://www.alainet.org/es/articulo/206911

Ingrediente peligrosísimo es el impresionante poder sionista en Colombia, muy acoplado al santanderismo, esa sub-doctrina monroísta que por dos siglos hizo del Estado un ente opresor de su pueblo y servil al imperialismo gringo. Antecedentes de esa relación criminal hay muchos, pero baste por ahora recordar el caso Rafael Rafi Eitan, agente israelí que diseñó y orquestó el genocidio de la Unión Patriótica y otros grupos de izquierda cuando la presidencia de Virgilio Barco, y, unos años después, el del coronel del ejército israelí Yair Klein, quien dirigió, junto a otros tres de igual rango y procedencia, el entrenamiento de los jefes paramilitares colombianos.

El negocio del guerrerismo ha sido el gran articulador de los intereses israelíes con Colombia. La clase política del vecino país está muy comprometida en estos manejos. El uribismo, y su variante camaleónica el santismo, son abiertamente sionistas. Pegasus es un nombre clave para indagar en el submundo de la triangulación que EEUU ha perfeccionado desde el satélite granadino. El software de espionaje Pegasus está en manos del paramilitarismo campante, y es utilizado en el plan antinacional de la derecha venezolana subalterna del mismo patrón.

Personajes polifacéticos del sionismo actúan con fachadas de empresas expertas en ciberseguridad (espionaje), perros de la guerra, finanzas, seguros, automóviles, joyería, también controlan gran parte del negocio mediático, financiero, y cooptan figuras de los sectores religiosos, artísticos, educativos, y otras mamparas como inofensivas ONGs; todo cuanto sirva para legitimar dineros del narcotráfico y posicionarse en el portaviones contra Venezuela Bolivariana.

Hoy, mientras se posesiona Donald Trump como presidente de Estados Unidos, en tierras colombianas desanda el espíritu del presidente más breve en la historia del país norteño, William Henry Harrison, quien como “diplomático” de Washington en Bogotá, conspiró depravadamente contra El Libertador Simón Bolívar, coordinando y financiando a los santanderistas que intentaron el magnicidio de la Noche Septembrina y los que mataron al Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre.

Desde esos tiempos las huestes bolivarianas sabemos quienes son unos y otros: los que dan las órdenes y los matones que acuden a perpetrarlas.

 

Yldefonso Finol

Militante Bolivariano

sábado, 11 de enero de 2025

EL GENERAL RAFAEL URDANETA ANTE LA TRISTE NOTICIA DE LA MUERTE DEL LIBERTADOR.

 9 de enero 1831

EL GENERAL RAFAEL URDANETA ENCARGADO DEL PODER EJECUTIVO DE COLOMBIA ANTE LA TRISTE NOTICIA DE LA MUERTE DEL LIBERTADOR.
El General en Jefe Rafael Urdaneta, por las circunstancias destructoras que se desataron sobre la Colombia original, para tratar de salvar lo que quedaba del proyecto emancipador y evitar la persecución criminal contra los bolivarianos, se hizo cargo del gobierno en Bogotá el 5 de septiembre de 1830 a petición de los cabildos de Cundinamarca que clamaban el retorno de Bolívar; así se lo pidió Urdaneta encarecidamente en cuatro cartas, la última de las cuales llegó a Santa Marta el 21 de diciembre.
La distancia y dificultades del camino retrasaban las comunicaciones. Por eso esta conmovedora Proclama es del 9 de enero cuando confirmó Rafael Urdaneta la infausta noticia de la muerte del Libertador.
En breves párrafos, Urdaneta demuestra su inmensa calidad humana, sus sinceras convicciones democráticas, y sus anhelos por la paz y la fraternidad.
Seguimos en la ruta virtuosa que nos legaron aquellos prohombres, nuestros Próceres y guías eternos.
¡Seamos leales como Urdaneta!
¡Patria o muerte, venceremos!
Yldefonso Finol

*Proclama de Urdaneta*
Colombianos! Agobiado por el peso del dolor, me esfuerzo, no obstante por cumplir con el más triste de mis deberes como magistrado, como ciudadano, como amigo. Os anuncio que ha cesado de existir el más ilustre entre todos los hijos de Colombia, el LIBERTADOR, el fundador de tres Repúblicas, el inmortal SIMÓN BOLÍVAR. Después de haber agotado hasta las últimas heces del cáliz de amargura que le ofreció la suspicacia de algunos conciudadanos suyos, ha pasado a la región de las almas, dejando un vacío inmenso en Colombia, en América, en el orbe civilizado.

Colombianos! Las pasiones contemporáneas, aun las más encarnizadas, deben darse ya por satisfechas. BOLÍVAR no pertenece de hoy más, sino al dominio de la historia; y mientras ella le asigna en sus páginas el prominente lugar a que le han hecho acreedor sus relevantes servicios a la causa de la humanidad, nosotros, los que tenemos la desgracia de sobrevivirle, debemos reunirnos en torno de su tumba helada, a llorar la pérdida que hemos hecho, a meditar sobre la situacion de Colombia, y prestarle los auxilios de que tanto necesita la patria para revivir.
Colombianos! Deseoso de que no se malogren los esfuerzos inauditos de aquel varon esclarecido, por la independencia y la libertad de nuestra tierra, me ocupo actualmente de dictar aquellas medidas que demandan el reposo y bienestar de los que viven sometidos al Gobierno nacional, y de negociar, con los que no lo están, los medios de llegar a un avenimiento amistoso, que tenga por resultado, reorganizar a Colombia y presentarla de nuevo a los ojos de las naciones en su pasada majestad y esplendor. En nombre de la independencia y de la libertad, convido a todos los que abriguen en su pecho sentimientos nobles y generosos, a que coadyuven a la bella empresa de restaurar a Colombia. Venid pues, colombianos, al templo de la concordia, venid conmigo a darnos un abrazo fraternal. Sólo así evitaremos que el país sea patrimonio de la anarquía más espantosa y devoradora que jamás vieron los siglos.

Bogotá, Enero 9 de 1831.
RAFAEL URDANETA

lunes, 6 de enero de 2025

EL 10 DE ENERO DE 2025: VENEZUELA EN EL CENTRO DE LA GEOPOLÍTICA MUNDIAL

 


EL 10 DE ENERO DE 2025: VENEZUELA EN EL CENTRO DE LA REVOLUCIÓN MUNDIAL

Benjamín Netanyahu apoyó a Guaidó y -por supuesto- no reconoce a Nicolás Maduro como Presidente. Milei se erige en súbdito del genocida Israel y el de Paraguay fue a rendirles pleitesía, mientras los cipayos del capital criminal le organizan giras y foros al Guaidó II.

Una pandilla de ociosos ex presidentes corruptos y con las manos ensangrentadas, son comparsa del sainete orquestado contra la Revolución Bolivariana. Los agentes de la peor parte del imperialismo, el sionismo, que es el fascismo actual, montaron la farsa de unas “actas” que debían mostrarse para validar el triunfo claro y contundente de Nicolás Maduro en las presidenciales del 28 de julio de 2024 (caso único en este mundo); de inmediato la mediática antibolivariana se desplegó a nivel planetario para imponer la matriz falaz. Parte del plan fue provocar violencia desalmada, asesinatos de señoras mayores, lideresas populares, y de algunos servidores públicos civiles y uniformados. La maligna jefa de la operación pidiendo a gritos una intervención militar extranjera contra nuestro país a los “humanitarios” Biden y Netanyahu. El segundón Edmundo González, matón de monjas y sacerdotes salvadoreños, firmó un acuerdo para irse a España, violándolo pronto para seguir acumulando “aportes”.

Hay que decirlo: nuestros enemigos nos convirtieron en el centro de la geopolítica mundial con el 10 de enero como hito de lo que serán las relaciones internacionales en adelante.

En las calles de Venezuela hay varios consensos que forman una fuerza inexpugnable: el pueblo bolivariano (contando en él a nuestra Fuerza Armada, por supuesto) es garantía de una Venezuela en paz, con un gobierno muy democrático, profundamente democrático, presidido, sin la más mínima duda, por Nicolás Maduro, y con la determinación de continuar el camino de la recuperación económica y los avances sociales que habíamos alcanzado la primera década del siglo, para seguir por el horizonte de libertad, poder popular y potenciación productiva que nos hemos planteado como nación soberana, generosa, pero no pendeja, pacífica, pero preparada para combatir a quien se atreva a agredirnos.

Estas verdades se respiran en los aires de la diversa geografía nacional, y -apúntenlo- son compartidas por gente de todas las tendencias políticas. Así lo constatan a diario los diplomáticos y corresponsales de medios extranjeros, así lo han visto compatriotas emigrados que vinieron a pasar navidades y fin de año con sus familiares y amistades. Por cierto, cada vez son más los que deciden retornar viendo la nueva situación de bonanzas, y -también- huyendo de las discriminaciones de que han sido víctimas en países con gobiernos xenófobos.

La juramentación de Nicolás junto al Pueblo Presidente este 10 de enero ha generado expectativas superiores a la toma de posesión de Trump en EEUU. Las potencias amigas enviarán delegaciones de alto nivel, seguro sorprenderán a quienes están apostando al vacío. Se estima que asistirán cerca de cinco mil representantes de partidos y movimientos sociales solidarios con la Revolución Bolivariana. El pueblo venezolano colmará Caracas de alegría, fraternidad, y amor por nuestro líder con la consigna Yo Juro con Maduro.

El mercado de hidrocarburos, las bolsas de valores, las tramposas empresas “calificadoras”, los sesudos analistas internacionales, tienen sus telescopios ajustados hacia Venezuela.

Nadie es indiferente al Vientre de la Emancipación, que parió a los vencedores de hace doscientos años en Junín y Ayacucho. Los pueblos que luchan por su dignidad, soberanía y su vida misma, tienen mente, alma y corazón abrazados con la Venezuela de Bolívar, Chávez y Maduro. No les fallaremos.

Dos modelos de sociedad se debaten la hegemonía mundial: el decadente imperialismo que se niega a perder sus privilegios y exige servilismo, aún a costa de llevar las guerras a extremos inhumanos, o un mundo multipolar en equilibrio y paz con dignidad que aspiran los pueblos mayoritariamente. Venezuela es motor de la opción que salvará la humanidad de la barbarie. 

¡Seguiremos Venciendo!

 

Yldefonso Finol

Militante Bolivariano