sábado, 26 de abril de 2025

MENSAJE DEL EMBAJADOR YLDEFONSO FINOL POR LOS 80 AÑOS DE LA VICTORIA SOBRE EL NAZISMO



MENSAJE DEL EMBAJADOR YLDEFONSO FINOL POR LOS 80 AÑOS DE LA VICTORIA SOBRE EL NAZISMO

Su Excelencia Embajador de la Federación Rusa en la República Oriental del Uruguay

Compañeras y compañeros del Capítulo Uruguay de la Internacional Antifascista

Camaradas:

Reciban el más caluroso y fraterno saludo del Pueblo y el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, muy especialmente del Presidente Nicolás Maduro Moros y de nuestra Cancillería.

La gesta que hoy conmemoramos se nos presenta en la actualidad con una triple valoración histórica que es necesario apuntar para comprender el devenir de esta atribulada humanidad del primer cuarto del siglo XXI.

En primer lugar, la victoria de los pueblos soviéticos -con el protagonismo fundamental de la Gran Nación Rusa- sobre el flagelo destructivo del nazi-fascismo, cerró un periodo de violencia extrema desatada por las fuerzas del capital monopolista, definida por el sabio Vladimir Ilich Uliánov “Lenin”, como el imperialismo, fase superior del capitalismo, al cual caracterizó en lo político como una “tendencia creciente a la violencia y la reacción”, lo que continúa totalmente vigente.

Un principio ideológico esencial unía al nazismo derrotado, con los supuestos “aliados” ingleses, europeos y estadounidenses: el anticomunismo, hoy devenido en antisoberanismo, anti-autodeterminación, y antiliberación de los pueblos. Por ello el plan imperialista -una vez concluida la llamada segunda guerra mundial- comenzó por invisibilizar los más grandes esfuerzos y sacrificios que correspondieron a la clase trabajadora y campesina de la Unión Soviética. Extinguir y desintegrar la URRS, para luego descuartizar Yugoslavia, cercar a Rusia con una feroz campaña de rusofobia y el emplazamiento de bases de la OTAN en todos los países que colindan con la Federación Rusa, todo iba fríamente calculado para cumplir la vieja apetencia de las oligarquías europeas y angloamericanas de asaltar los territorios de la Rusia soberana.

En segundo lugar, el fin de la guerra con la victoria rusa sobre la Alemania nazi hace 80 años, lo utilizaron los imperialistas yanquis para mostrar, con toda su saña y alevosa inhumanidad, un poderío bélico hasta entonces inédito: el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Se abrió el periodo de la “Guerra Fría” y la carrera armamentista y aeroespacial, pero también los procesos de liberación nacional que alcanzaron éxito en diversos países de Asia, África, Oriente Medio, Latinoamérica y el Caribe. El fascismo como ideología de la opresión imperialista fue cooptado por la nueva metrópolis imperialista, Estados Unidos, como herramienta de destrucción de procesos emancipatorios, aplicándola con furia en Nuestra América a través de la instalación de dictaduras militares y regímenes teóricamente demócratas burgueses que sólo se sostenía por el terrorismo de Estado con que sometían a los pueblos. La Doctrina de Seguridad Nacional promovió los Golpes de Estado en todo el Cono Sur latinoamericano, y perpetró la Operación Cóndor como transnacional anticomunista violatoria de los más sagrados Derechos Humanos. El neoliberalismo fue el proyecto económico que impusieron a sangre y fuego para expoliar el trabajo y los recursos de nuestros países.     

Y, en tercer lugar, la justa valoración de aquella proeza humanitaria de hace 80 años que hoy conmemoramos, es proyectarla en el presente y futuro de nuestros pueblos. La fascistización acelerada de las sociedades por medio de la exaltación del egoísmo individualista como embrujo del capitalismo neoliberal, las tendencias del neomalthusianismo que abogan desde el FMI y las plataformas digitales monopolizadas por la banalización del mal, el exterminio de lo diferente incluidas nacionalidades enteras como la palestina, sometida por el sionismo neonazi a una carnicería que el mundo observa inerme en vivo y directo; la criminalización de millones de seres humanos que se ven obligados a migrar por efecto de la opresión imperialista en sus territorios nativos, la permanente zozobra en que sobreviven las mayorías desposeídas por los desafueros de la exclusión socioeconómica y el desmedido afán de lucro de las elites globales, la cada vez más evidente destrucción del ambiente por esos capitales voraces, todo ello nos obliga a asumir el altruismo de aquellos héroes, heroínas y mártires que hace 80 años vencieron al monstruo imperialista nazi. De allí la pertinencia del término acuñado por el Presidente Vladimir Putin: desnazificar. Es una tarea impostergable que la Venezuela Bolivariana comandada por el Presidente Maduro suscribe y pone en práctica con la resistencia cotidiana de nuestro pueblo y creación de la Internacional Antifascista.

Es la lección a aprender y el compromiso de honor con esa parte de la humanidad que se echó sobre sus hombros la decencia, el decoro y la valentía de toda la especie humana.

¡Honor y Gloria al 80 Aniversario de la Victoria sobre los nazis imperialistas!    

¡Venceremos!

Yldefonso Finol

Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en la República Oriental del Uruguay

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