jueves, 31 de diciembre de 2020

LOS DICIEMBRES DE BOLÍVAR

 

Los diciembres de Bolívar

Cuenta Luís Perú de Lacroix, en su Diario de Bucaramanga, que Bolívar, tosiendo y afiebrado, le manifestó un día: “Yo no nací para la felicidad…a los nueve años quedé huérfano de padre y madre y a los diecinueve, viudo. ¡La felicidad no es para mí, No!...veinte años en guerras y escabrosos triunfos. Y ahora totalmente desengañado por la gloria”. Era el año 1828 y unas semanas después en Bogotá sería el intento de magnicidio del 25 de septiembre que representó el quiebre definitivo de la alianza que sostenía el proyecto original de Colombia.

Ciertamente El Libertador Simón Bolívar fue marcado prematuramente por acontecimientos que lo convirtieron en un niño triste y rico. Murió su padre Juan Vicenta Bolívar en enero de 1786, su madre Concepción Palacios el 6 de julio de 1792 a las 11:30 de la mañana, y su abuelo Feliciano Palacios en diciembre de 1793. De luto en luto se le pasaron varias navidades. Comenzaría así la problemática legal sobre su custodia, que había recaído en su tío materno Carlos, con quien las cosas no iban nada bien. El 23 de julio de 1795, aprovechando la ausencia de su tío, el niño Simón huyó a refugiarse en casa de su hermana Juana y su esposo Pablo de Clemente. Huye de una insoportable convivencia. En ese tiempo estudia en una escuela pública donde un maestro debe atender a 114 alumnos. Solía escaparse con muchachos de su edad a jugar por las calles de Caracas. La alta sociedad veía mal estas libertades del mozo Bolívar. Ante un juez que dilucidaba sobre la crianza del niño entre su tío y su hermana Juana, el chamo declara: “que los tribunales bien podrían disponer de sus bienes y hacer de ellos lo que quisiesen más no de su persona, y que si los esclavos tenían libertad para elegir amo a su satisfacción, por lo menos no debía negársele a él la de vivir en casa que fuera de su agrado”.

El desprendimiento por la riqueza personal y su especial sensibilidad por lo social, junto a su enérgica vocación libertaria, quedaron definidas desde aquellos tempranos conflictos.

En enero de 1797 ingresó Bolívar, ya con catorce años, al Batallón de Milicias de Blancos de los valles de Aragua, el mismo del cual su padre había sido Coronel…El 4 de julio de 1798, por Real Orden, fue ascendido al grado de subteniente. El día 19 de enero de 1799, embarcó en La Guaira en el navío San Ildefonso para irse a estudiar a España. Tenía 16 años y se bebe todo el conocimiento filosófico, científico y literario que sus inquietas ánforas de gris le permiten almacenar.

Diciembre de 1801 está Bolívar en el País Vasco enamorado rondando a su novia María Teresa.  Tiempo de idilios e ilusiones. En 1803 está en Caracas con su esposa. Son navidades y fin de año felices. Breves instantes que se deshacen entre sus manos solitarias. Vuelve a Europa a presentarse ante la familia de María Teresa en Madrid, y pasa diciembre de 1804 en Paris, donde presencia el día 2 la coronación de Napoleón. En 1805 hace el viaje con su maestro Simón Rodríguez. Reflexiona y jura. En 1806 sale de París en septiembre vía Alemania, tomando un barco en el puerto de Hamburgo rumbo a la América del Norte.

Estallan las revoluciones inevitables. Es 1810. El 5 de diciembre Bolívar llega a La Guaira luego de cumplir su primera misión diplomática para la República de Venezuela; había partido rumbo a Londres el 9 de junio junto a Luís López Méndez y Andrés Bello, para intentar un acercamiento de Inglaterra a la causa independentista. En ese viaje, el 15 de septiembre de 1810, Bolívar escribió en el Morning Chronicle de Londres: “El día, que no está lejos, en que los venezolanos se convenzan de que su moderación, el deseo que demuestran de sostener relaciones pacíficas con la Metrópoli, sus sacrificios pecuniarios, en fin, no les hayan merecido el respeto ni la gratitud a que creen tener derecho, alzarán definitivamente la bandera de la independencia y declararán guerra a España. Tampoco descuidarán de invitar a todos los pueblos de América a que se unan en confederación. Dichos pueblos, preparados ya para tal proyecto, seguirán presurosamente el ejemplo de Caracas”.

El joven escritor trae una imprenta y deja listo a Miranda para sumarse a la aventura independentista recién iniciada. El día 7 de diciembre presenta informe a la Junta sobre su misión. El resto del mes estuvo en Caracas y posiblemente pasó por Valencia y su finca de San Mateo.

El año 1811 la muerte vuelve a apuñalar el alma de Bolívar: muere en agosto su hermano Juan Vicente en un presunto naufragio mientras trataba de hacer diplomacia en Estados Unidos y comprar armas con sus propios recursos para la revolución. El 21 está en Caracas, donde había ido desde agosto enviado por Miranda a rendir informes sobre las acciones militares en Valencia.

Sorprende 1812 a Bolívar exiliado en Cartagena. Otra vez su pluma llameante se luce ante el mundo, cuando publica su “Memoria dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un caraqueño” (Manifiesto de Cartagena). Escribe porque tiene mucho que decir y enseñar. Pero también combate. Vence en Tenerife, Mompox y Guamal…tiene la mira en Cúcuta para entrar sobre Venezuela.

Al terror realista que diezmaba a Venezuela, opuso su Decreto de Guerra a Muerte. Es 1813. La Campaña Admirable lo hace Libertador. El 1 de diciembre llega a San Carlos, el 5 Batalla de Araure, Valencia, el 31 se come sus hallacas en Caracas, sin descansar, porque tiene que convocar asamblea el 2 de enero.

En un informe del 31 de diciembre de 1813, argumenta su propuesta de unidad: “Si en estos siglos de ignominia, en que un continente más poblado y más rico que la España, fue la víctima de las miras pérfidas del Gabinete de Madrid; si este pudo desde dos mil leguas de distancia, sin enormes fuerzas, mantener la América desde el Nuevo México hasta Magallanes bajo su duro despotismo, ¿por qué entre la Nueva Granada y Venezuela no podrá hacerse una sólida reunión?”

Llega 1814 con torbellinos que hacen caer la II República. En diciembre está en Bogotá sirviendo a la Nueva Granada que es patria para sus luchas también. Debe irse en 1815 a Jamaica, donde el 10 de diciembre intentan asesinarlo espías de Morillo por medio del impío “Negro Pío”. Se traslada a Puerto Príncipe, diciembre en Haití. Petion, hijo del África esclavizada lo ayuda con armas y dinero para liberar a Venezuela. Fracasa. Pero en 1816 va a Haití de nuevo. El 21 decembrino sale de Jacmel en su segunda expedición apoyada por Haití. Margarita será el puerto de entrada, y se dan los combates de Clarines al desembarcar en Barcelona el 31. Esos cañonazos no eran festivos.

El año de 1817 tiene un nombre poético: Angostura; sigue 1818 con más Angostura, ríos y llanos; en esas sabanas es el suceso de Rincón de los Toros (abril 17) donde Bolívar se salva de chiripa.

Glorioso 1819. Luego de crear Colombia y liberar Nueva Granada, viene en diciembre a Angostura a consolidar el Primer Gobierno Bolivariano. El 17 sancionan la Ley Fundamental. Para 1820 está en Venezuela. Pocos días de calma tras firma de Tratados con Morillo.

Se inicia 1821 con el pronunciamiento de Maracaibo a favor de la Independencia. se rompe el armisticio. Reinicia hostilidades. Triunfo de Carabobo abre el camino a la Campaña del Sur, por lo que emprende viaje vía Maracaibo, donde realiza su primera visita por diecinueve días. En diciembre sigue su ruta Libertadora hacia el sur por Bogotá, Purificación y Neiva.

En abril de 1822 ya está en victoria sobre Bomboná. En junio lega a Quito y al corazón de Manuela Sáenz.

Diciembre 1823 Perú. El 19 en Trujillo y antes en poblaciones cercanas, el 8 en Pallasca, Huamacucho, Cajamarca…1824 comenzó enfermo en Pativilca. Delirante, con fiebres y dolores, responde al interrogante qué hacer: ¡Vencer! Exclama ante el curioso. Diciembre glorioso en Lima, Batalla de Ayacucho, convoca al Congreso de Panamá…

Diciembre 1825 está el Genio de América en plan fundador de la nueva República de Bolivia. Ramón Rojas Olaya nos regala estas líneas: “Simón Bolívar y Simón Rodríguez están en Chuquisaca en la navidad de 1825. Hacen un balance del año que está por concluir...Allí Bolívar habla de la importancia que para Nuestra América tiene haber derrotado al último virreinato español: “Soldados: Colombia os debe la gloria que nuevamente le dais; el Perú, vida, libertad y paz. La Plata y Chile también os son deudores de inmensas ventajas. La buena causa ha ganado con vuestras armas su terrible contienda contra los opresores”…Rodríguez le dice a Bolívar que es tal la “sed insaciable de riqueza” de los Estados Unidos que harán lo imposible para que no se consolide la unión. Monroe en Norteamérica extermina indios y los sustituye por blancos. Bolívar libera América para los indios, negros y zambos. Colombia es una amenaza para el destino manifiesto. Ambos recuerdan la carta que Bolívar le escribió a Santander el 6 de enero de 1825, en la que resalta la importancia de que Colombia logre consolidarse: “pues tengo la idea de que nosotros podemos vivir siglos siempre que podamos llegar a la primera docena de años de nuestra niñez” porque “las primeras impresiones duran siempre”. Rodríguez le advirtió aquel día de reyes que los angloamericanos intentarán sobornar a Páez y a Santander porque saben que Venezuela es epicentro geopolítico”.

1826. Diciembre problemático en Venezuela. Viene desde el Perú hasta Maracaibo, Coro, el 1 de enero 1827 en Puerto Cabello y el 10 en Caracas. La oligarquía divide e intriga. Bolívar se niega al baño de sangre de una guerra civil. Clama sensatez y unidad.

Bogotá 1827. Ocaña1828. Año de la Convención. Decreto de Poderes plenos. Convocatoria a elecciones para enero de 1830. En diciembre está en Bogotá resintiendo el golpe moral por el atentado de septiembre. Guerra por necia invasión peruana contra Guayaquil.

El 5 de agosto de 1829 en Guayaquil predice la condición imperialista de Estados Unidos, mientras espera se suscriba un tratado seguro con Perú que ha sido derrotado por las fuerzas bolivarianas al mando del Mariscal Sucre. El Libertador rechaza los proyectos de monarquía el 18 de diciembre. Está de regreso luego de tener que enfrentar la invasión peruana, vía Popayán, Cali, Buga, Bogotá.

Desde el 1º de diciembre de 1830 en Santa Marta, y el 7 lo llevan a San Pedro Alejandrino. Su cuerpo quedó allí exánime. Pero siguió viviendo. Fue su victoria más espectacular: vencer a la muerte que tantas tristezas le había causado.

 

Yldefonso Finol

Economista e Historiador Bolivariano

Cronista de Maracaibo

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