Balance
de elecciones de Asamblea Nacional en Venezuela: primer cafecito
De entrada, celebro que mi país haya podido realizar
estos comicios previstos en la Constitución, “a pesar de todo”, como dice
Guadalupe Araujo en el bolero inmortalizado por Javier Solís. Alguien diría,
por la alta abstención, “victoria con sabor a derrota”, si, tal vez, pero
victoria al fin. Para recordar un momento aciago de esta historia de dos
décadas, parafraseando un innombrable personaje de la farándula mediática, digamos:
“buenos días Venezuela, tenemos nueva Asamblea Nacional”.
El cinco de enero de 2016, al juramentarse como
presidente del Poder Legislativo, un político bufón de la rancia oligarquía, amenazó
tumbar al gobierno en seis meses, mientras mandaba el cuadro de Simón Bolívar
al basurero. Ese parlamento que fenece dentro de un mes, nació obsoleto, y al
empeñarse en satisfacer intereses -y egos- enemigos del bien común, mutó en
obstáculo enfermizo contra la tranquilidad nacional; al extremo, de degradarse
como apéndice putrefacto del imperialismo gringo, robando nuestros activos en
el exterior, auspiciando bloqueos y promoviendo acciones terroristas, que han
causado daños irreparables al pueblo venezolano.
Estos enemigos de nuestra soberanía y nuestro
bienestar, apostaron fuerte por evitar que se realizara esta elección; nada más
por eso, haberlas consumado exitosamente, es un triunfo. Y como esta lucha es
eterna, día a día, metro a metro, digamos humildemente que –al menos- este round
lo ganamos.
Las cifras no dejan lugar para cuentos fantásticos. La
mayoría absoluta se abstuvo. Podemos mencionar algunas causas: temores por la pandemia;
falta de motivación política; cansancio por la polarización (efecto ni-ni);
limitaciones fácticas como la falta de transporte y el obligado rebusque
cotidiano; migración; abstencionismo derechista. Las organizaciones políticas
se repartieron el 31% del total electoral: todas son minoría. El PSUV-GPP tiene
la primera minoría, y la mayor responsabilidad. Bueno sería asumirla con
humildad. La prepotencia merma la potencia. Toda la militancia bolivariana
tiene que sumarse al éxito de la nueva Asamblea Nacional.
¡Por la Patria y el Socialismo!
Yldefonso
Finol
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